Metro de Madrid

Pánico en la estación de Moncloa

Un tren de Metro de la línea 6 descarrilla con 200 pasajeros a causa de un fallo mecánico / Pese a la fuerza del choque los sanitarios sólo tuvieron que antender a dos heridos levesDescargue el gráfico completo pulsando en la pestaña «Documento»

Pánico en la estación de Moncloa
Pánico en la estación de Moncloalarazon

«Me he llevado un susto tremendo» explicaba ayer uno de los testigos del accidente ferroviario que se produjo en la estación de Metro de Moncloa. Este testimonio se repetía hasta la saciedad durante la mañana en ese punto de la capital. Los viajeros tenían motivos: Un tren se había salido de las vías cuando el primero de sus coches entraba en la estación. Eran las 9.38 de la mañana y en el convoy viajaban 200 personas que vivieron segundos de verdadero pánico.

 

Todo sucedió en poco tiempo, uno de los trenes de la serie 7000 –los que tienen forma de gusano y que permiten a los viajeros caminar de principio a fin del vehículo sin necesidad de salir al andén– descarriló cuando entraba en la estación de Moncloa, en el andén en dirección a Argüelles, según explicó el consejero de Infraestructuras y Transportes, José Ignacio Echeverría, que acudió hasta Moncloa. Por causas que la empresa aún no ha podido determinar, el segundo de los coches de este tren frenó en seco, se elevó hacia el techo como consecuencia de la presión de los vagones traseros al chocar y acabó colisionando contra el muro del túnel de la línea circular. Afortunadamente, ninguno de los coches volcó.

 

Varios viajeros salieron despedidos por el golpe, según explicaron varios testigos. La secuencia fue de película pero no hubo que lamentar daños personales de gravedad.

 

Dos viajeros, un hombre de 60 años y una mujer de 55, fueron trasladados a los hospitales de la Concepción y al Clínico con pronóstico leve; presentaban sendas contusiones cervicales. Los sanitarios atendieron también a tres personas más que sufrieron crisis de ansiedad.

 

Durante las primeras horas el caos se apoderó de los viajeros de Metro. Todavía víctimas de los nervios varios viajeros que permanecían en el anden coincidieron en afirmar que «el golpe había sido muy fuerte». «El tren iba dando bandazos, se ha ido la luz del vagón y entonces han empezado los nervios», afirmó una de las viajeras del convoy accidentado. «Los viajeros desde dentro del tren han podido tener la sensación de que un muro se caía», indicó el director gerente de Metro de Madrid, Ildefonso De Matías, quien garantizó la estabilidad de la estructura. Tras el impacto, los pasajeros fueron rápidamente evacuados.

 

A 30 kilómetros por hora

 

De Matías explicó que, como todos los coches de este convoy están unidos entre sí, la salida de los pasajeros se realizó rápidamente y sin problemas recorriendo el vehículo por dentro, sin tener que bajar en el túnel. Asimismo, el responsable de Metro aseguró que el tren, «de los más nuevos» con los que cuenta el suburbano, no circulaba a una velocidad «más alta de lo normal», sino en todo caso «más baja», ya que justo antes «había estado parado unos segundos –en el túnel– esperando a que el anterior saliera de Moncloa». Un portavoz de la empresa indicó que el convoy circulaba a 30 kilómetros por hora cuando se produjo el choque.

 

Al cierre de esta edición los técnicos de Metro de Madrid continuaban estudiando las causas de este suceso pero habían descartado el fallo humano ya que el convoy entraba en la estación de Moncloa «en conducción automática». Un portavoz de la compañía apuntó que el incidente pudiera deberse entonces a un error mecánico o a que justo en este punto de la estación hay un cruce de vías que podía haber provocado el accidente.

 

 «Algo se ha desprendido, porque ha oído un ruido como si se bloquease el tren, y eso ha hecho que descarrilara» el convoy, explicó a Efe el secretario general en Metro de UGT, Teodoro Piñuela, que pudo hablar con el conductor del tren siniestrado.

 

El suceso obligó a cortar la línea en ambos sentidos desde Puerta del Ángel hasta Metropolitano durante todo el día, lo que originó largas colas en las líneas de autobuses que le realizan el trayecto de la línea 6.

 

Aunque en un principio los técnicos valoraron que tardarían unas ocho horas en retirar el vehículo finalmente estas tareas se demoraron hasta la noche.

 

El procedimiento para extraer el tren es muy complejo, los operarios tuvieron que elevarlo para luego moverlo, poner el vagón sobre la vía y entonces arrastrarlo para finalmente poder extraerlo del subterráneo.

 

Para paliar los efectos de este accidente en el tráfico del metropolitano el Consorcio Regional de Transportes puso en marcha un servicio alternativo de autobuses de la EMT que cubrió el trayecto y estuvo en funcionamiento hasta que se solucionó la incidencia.