«Parece una manifa de periodistas»

ROMA-Resultan tristes a los ojos las manifestaciones que concentran a más periodistas que manifestantes. La protesta contra la cumbre del G-8 convocada ayer en la céntrica plaza Barberini de Roma ofrecía un aspecto bastante desolador, al menos para los que la habían organizado. «Esto parece una concentración de periodistas», comentaba un joven ante lo abundante de los informadores y lo escaso de los participantes. Los reporteros locales, cámaras, corresponsales y enviados especiales extranjeros sólo eran aventajados en número por los miembros de las fuerzas de seguridad. Carabineros y policías bloqueaban el paso de las principales calles que desembocan en la plaza Barberini. El cordón policial resultaba especialmente impenetrable en el inicio de Via Véneto, la emblemática calle de los hoteles y tiendas de lujo que conoció su época dorada durante los años de la Dolce Vita. La protesta debía transcurrir por esta importante arteria, pero las fuerzas de seguridad impidieron con una barrera de furgones y agentes que los manifestantes la transitaran. Tal vez temían que los convocados, la mayoría miembros de grupos antisistema, se acercaran demasiado a la Embajada de Estados Unidos, que tiene su sede en el 119 de Via Véneto. «Esto es una vergüenza, teníamos derecho a pasar. Si no quitan los cordones policiales exigiremos que nos reciba el prefecto», comentaba uno de los organizadores en medio de un enjambre de cámaras de televisión. La mayoría de los asistentes a la protesta eran italianos, pero también había algunos españoles. Un gallego comentó que Silvio Berlusconi era un elemento más del «fascismo global». Ninguno quiso aclarar si estaría hoy en el inicio de la cumbre del G-8 en L'Aquila. En esta ciudad fueron ayer detenidos cinco franceses que planeaban protestar contra la reunión.Ajeno a todo, Berlusconi anunció que los países miembros lanzarán hoy un fondo de hasta 11.000 millones de euros para combatir el hambre.