Elecciones autonómicas
Patria o muerte venceremos
Su visión patrimonialista les impide reconocer que para muchos otros vascos su patria es España y que tan democrático es lo uno como lo otro
Los nacionalistas vascos celebraron ayer el Aberri Eguna (Día de la Patria) y el PNV lo hizo en medio del desconcierto y la contradicción. Consciente de que, por primera vez desde la muerte de Franco, en unas semanas habrá sido desalojado de Ajuria Enea, el futuro ex lehendakari, Juan José Ibarretxe, pronunció una frase de esas que tienen asegurado el titular: «Por la patria se puede morir, pero no se puede matar». En principio, de acuerdo, pero en el fondo, no resiste el menor análisis. Era previsible que ETA colocara a PSOE y PP como objetivos prioritarios y así lo reitera en un comunicado emitido con motivo del Aberri Eguna, plagado de afirmaciones cínicas. Está claro que la banda prefiere un futuro gobierno vasco presidido por los socialistas con el apoyo del PP ya que, de lo contrario, hubiera propugnado entre sus huestes el voto al PNV y no la papeleta nula. Sin embargo, con su desvergüenza habitual, tilda a estas dos formaciones de «responsables políticos de una estructura impuesta, que formará el gobierno del fascismo y la vulneración de derechos». Tampoco el partido de Urkullu se aleja de esta visión fantasmagórica de la realidad cuando asegura que el ejecutivo de Patxi López estará sostenido por un partido «que no ha terminado de abandonar el espacio de extrema derecha». ¡Ahí es nada! Lógicamente, olvida mencionar que ofreció a esa extrema derecha formar gobierno en Euskadi, con tal de mantenerse en el poder. No tendría explicación transcribir las majaderías difundidas por ETA o el PNV si no fuera por la similitud entre ellas. Además de la barbaridad que figura unas líneas más arriba, ambos coinciden en que Euskadi es una nación con todos los derechos, incluido el de la construcción nacional (derecho de autodeterminación) y que estos se extinguen con el proyecto «unionista de los españolistas», que pretende crear una España uniforme. Para ellos Euskadi es la patria de los vascos, porque su visión patrimonialista les impide reconocer que para muchos otros vascos su patria es España y que tan democrático es lo uno como lo otro, si se juega con las mismas reglas; y no parece que sea así.Los que comparten objetivos políticos con el PNV pretenden hacer desaparecer físicamente a quienes no coinciden con su punto de vista y para ello recurren al chantaje, a la extorsión, al tiro en la nuca y al coche-bomba. La formación fundada por Sabino Arana aborrece de estos métodos, pero salvo en contadas ocasiones, nunca los ha repudiado con la rotundidad necesaria, ni ha defendido contundentemente a quienes son víctimas de la barbarie. En cambio, sus planteamientos políticos sí han servido de caldo de cultivo para que ETA cometa y justifique sus acciones terroristas.También difieren a la hora de responsabilizarse mutuamente del fracaso del nacionalismo en estos 30 años en los que, paulatinamente, ha ido perdiendo el apoyo mayoritario del que disponía al principio de la Transición. Para el PNV, ETA es la única culpable, mientras que para la banda, el PNV es el máximo responsable del resurgir español por haber admitido la ilegalización de la izquierda abertzale. Ibarretxe sabe que quien está dispuesto a morir por la patria, también está dispuesto a matar. Por su frase es grandilocuente, pero nada más.
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