Paulina vuelve el huracán

Hace su aparición en el «penthouse» del hotel Me como lo que es, un huracán. Apresurada, potente. Llega tarde, que igual influye. «¡Una dosis de cafeína, por favor!». Como si no derrochara suficiente excitación por sí misma. Rectifica: «Mejor de té verde, que es más sano. Me gusta cuidarme, no fumo, bebo sólo un poco de vodka y vino blanco, y duermo mucho... Por cierto, hay que ver cuánto se bebe y fuma en España». Mientras vigila a Carlota, un perro yorkshire terrier al que llama «bebé» (los de verdad, dice, «para más adelante»), comienza un desayuno que acaba convirtiéndose en una charla informal, como entre amigas. ¡Y una que pensaba que la Rubio era borde y estirada!Muñequita lindaEl motivo del encuentro es la presentación de su nuevo perfume, «Oro»: «Estaba harta de ir por los aeropuertos buscando fragancias que me gustaran, todas me parecían demasiado fuertes y dulces; de hecho siempre he creado las mías propias mezclando aceites esenciales. Ahora me he decidido a lanzar la primera, muy sensual pero también con ese punto masculino con el que me identifico». Nadie lo diría por su aspecto: falda abullonada en tafetán verde, «peep toes» kilométricos, manicura color coral, bucles perfectos y gafas de sol de pantalla. «De pequeña me llamaban "muñequita linda de cabellos de oro"o "la niña de oro", ya que estaba en el punto de mira por mi madre, que en México es superfamosa. De ahí el nombre del perfume. "Oro"tiene mucho que ver con mi vida, además, soy muy positiva». Y se nota: no pierde la sonrisa e, incluso, alaba la temperatura de un día especialmente tórrido en la capital con un «cómo me pone las pilas este calorcillo». Mientras el resto sudamos lo que no está escrito, Paulina demuestra a cada minuto que derrocha sentido del humor. Lo corrobora Vicky Martín Berrocal, amiga de la cantante desde hace años. «Es tremendamente divertida, pero también fuerte, optimista, y la más espléndida. Muy amiga de sus amigos, siempre está pendiente de cómo estás, tiene un "feeling'' especial. La pena es que al vivir yo en Sevilla y ella de acá para allá nos vemos poco últimamente… En Ibiza, este verano, seguro», comenta. En Madrid salen a cenar por El Bocaíto y Casa Lucio, y se muere por el cocido y las tapas, según dicen sus allegados, entre los que también están Eugenia Martínez de Irujo (ex de Colate), Marta Sánchez, Javier Hidalgo, Paz Vega y su esposo, Boris Izaguirre, Alejandro Sanz, Ariadne Artiles o Simoneta Gómez Acebo. Ir de copas, aseguran, le da pereza. Casa de estrenoElla y Colate Vallejo-Nájera pasan largas temporadas en su recién estrenada casa de El Viso, una de las zonas residenciales más lujosas y tranquilas de Madrid. Dicen que en la capital se somete a un tratamiento de fertilidad; ella ni confirma ni desmiente, pero sí reconoce que «estoy deseando tener un bebé, aunque pregúntame más adelante». A su marido no le pierde de vista, es más, él la acompaña siempre, demostrando así que está por encima de los rumores malintencionados que los divorciaron hace tiempo. «El amor es lo más importante para mí. Adoro que mi pareja me lleve de la mano y no al revés, necesito sentirme mimada. Quizá por esto podría parecer una mujer tradicional, pero si le hubieras preguntado a mi abuela te habría dicho que todo lo contrario». Después del amor y la vida privada está su marca, como llama ella a la Paulina Rubio comercial. «Quería implicarme en el perfume y no sólo poner mi nombre», señala Pau. A Delia Sanz, su peluquera y maquilladora desde hace 9 años, no le extraña. «Es muy emprendedora y profesional. ¿Diva? Todos lo somos un poco; a mí me parece muy humana y flexible; no pide imposibles con su imagen, sino naturalidad, y para mí es una hermana. Me ha enseñado tantas cosas: desde cómo ponerle las tenacillas (las ondas, al contrario de lo que la gente piensa, son suyas, sólo las enfatizamos con éstas) a trucos de maquillaje», garantiza.Ropa para el hogarEl resto del sello lo compondrá en breve una línea de ropa para el hogar, sobre todo de sábanas de lino, sus favoritas, de velas e inciensos para el baño, ropa para hacer yoga, gafas de sol, a las que se confiesa adicta, de cosméticos para mujeres de ritmo exprés, como ella... Y lo justifica: «Ahora, los artistas hacemos muchas cosas. No quiero encasillarme dedicándome sólo a la música, el mundo cambia demasiado rápido». Estos días sale a la venta su último disco, «Gran City Pop», del que también nos adelanta algo: «Está inspirado en ciudades grandes como Miami, Madrid, DF, Nueva York. Es el primero considerado fusión, porque tiene rancheras incluso. Habla de amor y desamor, porque ambos son mi inspiración, ¡para crear, hay que sufrir! Ahora hemos confeccionado una ciudad en la red con el nombre del disco. Yo es que soy muy de internet», añade con ese acento tex-mex que salpica todo lo que cuenta. «Tengo Twenty, Facebook, MySpace... me paso el día navegando». Es en el ciberespacio donde se documenta sobre la Gripe A, pero también a través de su familia. «Las medidas tomadas por Calderón de haber cerrado incluso restaurantes durante días podrían parecer drásticas, pero gracias a ellas se frenó la enfermedad». Y fin de la conversación, que Pau lo que quiere es comerse el mundo y no que el mundo la coma a ella. Energía en estado puro: «Hago Hatha yoga y bicicleta, practico la dieta del Dr. Perricone, rica en Omega 3, y tomo mucha fruta antes de las tres de la tarde. Cuando cojo unos kilitos me quito los hidratos y ya está», confiesa. No es muy de tratamientos estéticos, dicen sus amigos, pero sí acude a Reebok Sports Club en la capital a darse masajes cuando puede. ¿Su asignatura estética pendiente? Visitar a Lorena, de Manos de Seda, para hacerse la manicura. «Colate sí viene a menudo y siempre me dice que quiere traer a su mujer», explica la esteticista de uno de los locales más discretos y más llenos de clientela vip de la ciudad. Lo que sí hace es beber mucha agua para hidratar su piel y utilizar el gran secreto de su abuela, que murió hace unos años y a la que la cantante adoraba, el aceite de almendras. Y para poco más da su agenda: «Son 200 conciertos al año, no tengo tiempo de nada. Cuando termino siento el Nirvana, aunque físicamente estoy agotada. Entonces desaparezco, me tomo dos sabáticos y me escapo a lugares salvajes como la India o África. No soy de Disneylandia, soy de bazares y mercadillos».

«Mi vida huele a amor»Lo dice mientras mira de refilón a su marido, Colate, el mismo que dirige la agencia de comunicación Cmg, que, coincidencias de la vida, promociona su primer perfume. «Oro» irradia su lado más femenino en la sensualidad de la violeta o la magnolia, su chispa en los cítricos como la mandarina o la bergamota, su fuerza en los granos de café y el punto «chicazo», como ella misma confiesa, en el cedro o el tabaco. La latina ha elegido las notas y diseñado el frasco con forma de lingote del metal precioso, todo con la colaboración de la compañía Takasago International, referente mundial en el desarrollo de cosméticos. Hasta que encontró su propio perfume, Pau era más de inciensos y aceites y sólo probaba aromas en los aeropuertos. A marchas forzadas y sin detenerse, porque todos le resultaban empalagosos. Éste lo ha elegido pensando en mujeres activas como ella, que disfruten con su lado más sexy y que muestren su punto salvaje. En junio comienza a comercializarse, coincidiendo con el lanzamiento de su nuevo disco, «Gran City Pop». Y lo que queda, porque el huracán, como ella misma se define, no descansa.