Barcelona
«Prefiero jugar por la banda»
Sabe dominar todas las situaciones posibles y ayer lo demostró. Por eso, Cristiano Ronaldo, a sus 24 años, ha traspasado todas las barreras y es mucho más que un icono futbolístico. Era su primera comparecencia ante la Prensa tras el aforo completo de su presentación en el Bernabéu. A su saber estar unió humildad, talante, carácter y sentido del humor. No evitó pregunta alguna, ni las personales que le tachan de niño mono. Por su sexy y los diamantes que luce fue preguntado. «No busco copiar a Beckham. Yo tengo mi carácter, mi personalidad... Sí me preocupa la imagen, sí. Intento imitar a mi madre y hermana, pero ellas son más guapas. Y no, no es un diamente, es falso», bromeó, sin querer cortar al periodista, a lo que le añadió que sí, que le gustan «los pantalones cortos». Siete días le han sobrado para ganarse a sus compañeros y dos comparecencias de prensa para meterse en el bolsillo a los periodistas de todo el mundo. Ni una mala cara, midiendo bien los tiempos, amable y simpático cuando erraba en el idioma en el que debía contestar o también cuando se equivocó la traductora. Lejos ha quedado la soberbia de que era el mejor del mundo y valía 100 millones de euros cuando todos sus comentarios iban dirigidos a fichar por el Real Madrid. Ahora, ya está donde quería y piensa ganarse a la parroquía madridista con derroches de calidad y, sobre todo, de humildad. «Estoy aquí para ayudar a ganar. No soy mejor que ninguno. Simplemente, igual». Es una forma de quitarse de encima la presión de los 96 millones de euros -«si no ganamos, no sólo será problema mío, no juego solo», recalcó- y, de paso, no enturbiar la paz del vestuario, que es lo que más le ha sorprendido al llegar al Madrid. Dice que había leído que había mal ambiente. «Están errados los que dicen tal cosa. No esperaba un grupo de trabajo tan bueno. Mi primera impresión fue muy buena por Raúl, Guti, Salgado, Heinze, Ruud... (no olvidó a ninguno de los pesos pesados). Me han recibido muy bien». De hecho, demuestra tener sintonía con las filias y fobias de sus nuevos compañeros; así, no dudó en contestar que no ha querido aprender lo que significa la palabra galáctico. De vuelta a su condición de jugador más caro del mundo, el astro portugués zanjó las comparaciones -la de él con los 4,5 millones que ha costado el nuevo lateral barcelonista Maxwell- de forma muy correcta. ¿Qué le parece?: «Muy bien. La calidad no depende del dinero que cuestes. Él es un gran jugador, pero no me interesa a quién ficha el Barcelona. Voy a jugar en un equipo muy bueno y es en lo único en lo que me centro. El Madrid ha comprado jugadores caros y lo que tenemos que hacer son buenos partidos y demostrar a la gente que estamos aquí por algo. Tenemos que pensar en ganar todo». Por su condición de recién llegado, prefirió no opinar sobre Xabi Alonso u otras posibles incorporariones. «A mí no me compete», dijo. Ni tampoco quiso decantarse por el compañero que más le ha sorprendido sobre el césped, como hizo Ronaldo con Guti en su día. Habla bien de «todos». Tampoco le preocupa el Manchester City, sobre el que declinó comentar si había sido tentado por el dinero de sus propietarios árabes. «No es mi problema, yo ahora tengo que jugar contra el Barça, el Valencia...». Está dispuesto a todo. Le parecen bien tres entrenamientos diarios, aunque nunca lo había hecho, y jugar donde le ponga Pellegrini. «He jugado algunas veces de delantero y muchas más de extremo. Prefiero jugar por la banda, pero si tengo que hacerlo de delantero no hay problema».
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