Nueva York
Protagonista de la Historia
Además de sustento esencial para los esclavos que construyeron las pirámides faraónicas, como consta en un buen número de jeroglíficos, el puerro fue el decisivo aliado con el que contó Antoine-Augustin Parmentier para introducir el consumo de patatas entre sus conciudadanos y para enamorar a Benjamín Franklin con su sopa, al punto de convertirle en apóstol común de tubérculo y liliáceo en la joven nación estadounidense. Más tarde, y también en clave franco-norteamericana, llegaría otro hito y plato puerril, la vichyssoise, de la mano y magín de Louis Diat, chef del Ritz-Carlton de Nueva York. Pero si el pasado es brillante, el presente del puerro o ajo porro no le va a la zaga en esplendor, porque es más que útil en el tratamiento de afecciones bronquiales, en casos de retención de líquidos, dolores reumáticos y artríticos, problemas de riñón o vejiga, gastrointestinales y de estreñimiento, catarros, estados febriles y resfriados. Siempre que sea posible yendo un paso más allá de la sopa, en ensaladas o guarniciones. Lo merece.
✕
Accede a tu cuenta para comentar