Europa

Villaverde

Qué hago con 126 millones de euros

Una mallorquina ha ganado el mayor premio de Lotería de la historia en Europa. Lo primero que hará será ayudar a pacientes con enfermedades raras. ¿Y después? Los expertos advierten: el dinero no da la felicidad

Arriba, Angela Kelly, ganadora del mayor premio de lotería británico.
Arriba, Angela Kelly, ganadora del mayor premio de lotería británico.larazon

Lo primero que acertó a decir, todavía en estado de shock, fue que se iba a comprar una finca con caballos. Luego, que donaría una «cantidad importante» de dinero a una fundación que investigue cómo curar una de esas enfermedades catalogadas como «raras», que ha llenado de dolor a su familia. Después, sin atreverse aún a decírselo a su madre, viajó a Madrid para cobrar el premio, reunirse con sus «asesores» –quién se lo iba a decir– y volar de nuevo a Mallorca (en primera clase, se supone) para esfumarse en el anonimato en el que ha permanecido hasta ahora. Y se acabó. Hasta el momento, de ella sólo se sabe que es una joven mallorquina de 25 años que hasta el pasado lunes tenía pavor a que la despidieran de la empresa, y que se ha convertido en la ganadora del mayor premio de la historia del Euromillones, y por extención de la lotería en todo el Viejo Continente. Exactamente, 126.231.764 euros.El club de los nuevos ricos¿Qué hacer con tanto dinero? Tiene muchas opciones. Puede comportarse como la mayoría que entra sin invitación en el club de los nuevos ricos: empezar por la finca, seguir por la mansión y rematar con el Porsche, el jacuzzi, la grifería de oro y el ejército de mayordomos. Los psicólogos no lo recomiendan, al menos no en todos los casos. O puede hacer como el estadounidense Luke Pittard, que dos años después de recibir una montaña de euros volvió a servir hamburguesas a un McDonalds porque echaba de menos a sus compañeros. Tampoco parece una opción muy sensata.O puede, también, rodearse de un ejército de asesores de inversión y colocar su dinero en Bolsa a la espera de hacer caja. Ojo: que no le ocurra como a un acertante francés que perdió en el parqué el millón de euros de su premio con la misma celeridad con la que, tras dos años de vacas gordas, lo había multiplicado como el milagro de los panes y los peces. Su banco, el mismo que le asesoró sobre que valores comprar, le reclama ahora un agujero de 600.000 euros.O puede, simplemente, vivir. Disfrutar de unas mañanas sin madrugones, de un horario sin jefes, de una mansión sin hipoteca y de un lujo sin ajustes de cuentas a fin de mes. Ser feliz, en una palabra. ¿Seguro? Pues no. Administrar una fortuna que llega de improviso no es fácil, y hay que tener la cabeza bien fría para no dejarse aplastar por el Gordo. De hecho, la mayoría de los que descorchan una botella porque les ha tocado la lotería reconocen un año después que no son más felices que antes. Y en algunos casos, todo lo contrario.«El más feliz del mundo»¿Qué puede hacer la acertante de Mallorca para desmentir el primer mandamiento de los envidiosos, esa máxima que reza que el dinero no da la felicidad? Dependerá de las compañías de las que se rodee, por supuesto, pero sobre todo de cómo tenga amueblada la cabeza. El psicólogo Luis Muiño da un primer consejo: no dejarse llevar por unas expectativas demasiado irreales. «Lo normal cuando te toca la lotería es creer que vas a ser feliz el resto de tu vida, y no es así. La experiencia dice que en los primeros meses hay un subidón en el nivel de felicidad, pero que luego se vuelve al nivel anterior. Si la expectativa es que vas a a ser el tipo más feliz del mundo, sin duda alguna te darás el batacazo».La demostración más asombrosa de que esto es así la ha proporcionado la psicóloga de la Universidad californiana de Stanford Sonja Lyubomirsky, que comparó el nivel de felicidad de los ganadores de lotería, un año después de percibir el premio, con el de pacientes parapléjicos: ¡y ambos grupos eran igual de felices! «No estaría nada mal poder hacer una asociación de ganadores de lotería para asesorar a los nuevos millonarios –ironiza Muiño– y hacer terapia con ellos».Lo importante, por tanto, es tener los pies en el suelo. La ganadora de Mallorca parece ser una persona sencilla. Cuando aún no sabía que le habían caído encima 126 millones acudió a trabajar con gripe por el miedo a que la despidieran. Después, al enterarse de la buena nueva, se aferró a sus pequeñas debilidades sin grandes alharacas. «La casa pequeña donde vivo me gusta mucho, pero quiero comprar una finca y criar caballos –declaró a la agencia con la que compró el billete, serviapuestas.com–. Siempre me han gustado los animales, la naturaleza, las cosas sencillas... ahora me toca pensar, tal vez de otra manera».Un poco de hedonismoSegunda enseñanza, por tanto: ni aun forrados de dinero debemos olvidar quiénes somos. «Si no eres una persona disfrutona, no intentes serlo de golpe. Hay muchas opciones: seguir trabajando, ganar dinero, fundar una ONG. Hay gente que necesita marcarse unos objetivos en la vida, aunque sólo sea para reformarlos», explica Muiño. Y es que hay ocasiones en las que Dios da pan a quien no tiene dientes. «Es frustrante tratar con gente que tiene su hedonismo a cero. Se compran un Ferrari o un jacuzzi y no lo disfrutan».Tercera variable para sobrevivir al Gordo de la lotería: huir del narcisismo como si fuera el demonio. Los que ya antes de ser millonarios tenían un ego superlativo, los nuevos Onassis de pantalla de plasma, chalé en la playa y visa desplumada, llevan las de perder. Consejo de psicólogo: no olvidar nunca que los demás te cortejarán no por ser quien fuiste, sino por quien eres a partir de ahora. Y, en contra de lo que se tiende a pensar, no influye tanto el extracto social del que se proceda. «Zidane era de un barrio pobre de Marsella y Raúl del mismo Villaverde –explica Muiño–, y dan ejemplo de humildad».21.000 millones... en pesetasY cuarto y último ingrediente. Como diría un mafioso que se precie de serlo: ¿pero de cuánto dinero estamos hablando? ¿Cuántos son 126 millones de euros? En este caso, traducirlo a pesetas (¡21.003 millones! ) tampoco ayuda a hacerse una idea. Es mucho dinero. Suficiente, por ejemplo, para comprar la mitad de los fichajes que Florentino Pérez quiere llevarse al Real Madrid. O para sufragar buena parte de las promesas que el presidente Rodríguez Zapatero anunció el pasado martes en el Debate sobre el Estado de la Nación.En cualquier caso, la ganadora del Euromillones (una lotería que se juega de forma simultánea en nueve países europeos) tiene infinidad de alternativas para emplear su dinero. La buena noticia es que los premios de lotería están exentos de tributación a Hacienda, aunque, como recuerda Begoña Solano, de la Asociación Española de Asesores Fiscales, el peaje viene una vez que se saca el dinero del «cajón». Una buena opción es crear una sociedad de inversión, pese a que el 18% de los dividendos que se repartan entre los accionistas se los quedará el fisco. En caso de querer repartir el premio, aquí lo aconsejable es declarar que el donatario es uno de los que compró el billete, ya que de lo contrario se perderá por el camino otro 7% del dinero.No perderle la pistaLa última oportunidad es mover el dinero entre las distintas vías de inversión. Alfredo Jiménez, de la Fundación de Estudios Financieros, recomienda una «prudente diversificación» entre productos de renta fija, variable y liquidez, sabiendo en todo momento en qué se está invirtiendo para no llevarse sorpresas desagradables. «En estos momentos lo que más se demanda son productos sencillos alejados de las complejas estructuras financieras del pasado reciente», asegura. Nunca se sabe dónde se puede esconder un nuevo Madoff a la caza de nuevos ricos con la guardia baja.

Una mecenas para el plan anticrisis de ZapateroHay muchas formas de comprobar hasta qué punto 126 millones de euros son muchos millones. Y no hay que irse muy lejos en el tiempo para hacerse una idea. Aquí va una: si quisiera, la agraciada podría permitirse el lujo de envidar algunas de las propuestas estrella que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lanzó el martes desde la tribuna del Congreso. ¿Que el Gobierno va a regalar un máster de posgrado a todos los universitarios en paro? La mallorquina anónima se paga otra ronda y financia dos máster por cabeza. ¿Qué el Gobierno va a gastar del bolsillo de todos los españoles 500 euros para cambiar de coche? No hace falta. Con la agraciada del Euromillones como mecenas 250.000 nuevos vehículos le darían una vuelta al parque automovilístico del país. ¿Que la promesa es poner un ordenador portátil a cada alumno de 5º de Primaria? Órdago a la grande: negociados a buen precio y con tarifas al por mayor (a quien ya los ha ofrecido por menos de 200 euros) la nueva millonaria cubre también las necesidades de los alumnos de sexto curso.