Irán
Qué pasa en Irán
La opacidad de los regímenes totalitarios no existe en vano. Pocos eran los corresponsales de la prensa extranjera y menos los que conocen el país y el idioma y todos han sido apartados de la calle, cuando no expulsados. ¿E Internet? Pasa por haber desgarrado el velo del secreto y el aislamiento y por representar un hito en la organización de un eficaz movimiento opositor. Lo que estamos sabiendo apunta a un hito pero en el sentido diametralmente opuesto, como instrumento de espionaje y control por parte de las nutridas fuerzas represivas del régimen. Los numerosos descontentos que decidieron apoyar a un candidato reformador salido de las más rancias filas de la revolución islámica, con la esperanza que fuera la cuña de la misma madera que iniciara el cambio desde dentro del régimen, comenzaron a organizarse de antemano. Los servicios secretos también. Con la asistencia técnica de Siemens y Nokia han desarrollado el sistema de control de Internet, móviles y otros sistemas de comunicación más perfecto del mundo. Han podido penetrar en los ordenadores de los líderes de la oposición, interferir sus comunicaciones y trucarlas. Ya en marcha las protestas, han podido desviar las convocatorias de tiempo y lugar y penetrarlas masivamente por miembros de la milicia de voluntarios basij, que las reventaban desde dentro, tras fotografiar a los líderes, los cuales eran detenidos a altas horas de la noche y sus casas vandalizadas. Con esos métodos y la paciencia que no le falta a Jamenei, autoridad suprema en su calidad de Guía de la Revolución, el régimen, con varias docenas de muertos y miles de detenidos, parece que podrá ahorrarse un Tiananmen. Queda por resolver la mucho más discreta lucha por el poder en el interior del sistema.
* Presidente del Grupo de Estudios Estratégicos
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