Cataluña
Raimon Bundó 40 años de novias
Francis Montesinos recupera los chales, Perlotti luce lazos y Pepe Botella olvida la rigidez de los vestidos.
Si de algo pudo presumir la tercera jornada de la Pasarela Gaudí Novias fue de reafirmar la dictadura del blanco en los vestidos nupciales. Todos los diseñadores que desfilaron ayer optaron por este color, olvidando la paleta de beiges y vainillas de años atrás. El oráculo de las españolas que eligieron el escote palabra de honor como favorito para su vestido ideal en la web de Pronovias no falló ayer y se reafirmó en las propuestas de Gaudí.
Y es que la pasarela estaba de aniversario. El catalán Raimon Bundó celebró sus 40 años en el mundo de las novias, una consistente trayectoria que ha visto como las novias de las mejores familias de Barcelona optaban por su firma para su día más especial. Bundó elige para 2010 el piqué de algodón, los tules y las sedas para novias elegantes y regias.
Abrió la jornada la firma alicantina Pepe Botella, que según informó a la agencia Efe su diseñadora, Lucía Botella, ha notado un descenso en la demanda de vestidos cortos, a pesar de que cada vez las ceremonias olvidan la liturgia y se centran en las fiestas. Su colección, «Mediterráneo», inspirada en la luz, la esencia y el alma del mar que baña a Europa, apostó por este tipo de vestidos, una opción fresca para las novias más divertidas.
Franc Sarabia compartió desfile con Francis Montesinos y Joaquin Verdú para mostrar una colección de fiesta en la que la pedrería volvió a brillar sobre la pasarela. La gallega Patricia Avendaño mostró una colorida y repleta de lunares colección de fiesta que contó con la modelo Estefanía Luyck y que apostó por las plumas.
Los trajes cortos y el corte griego fueron las apuestas de Novia d'Art (Mª Teresa Raich), con tejidos en tules y pedrería.
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