Rajoy critica en la UE a Zapatero por aumentar el déficit público español

Con la resaca electoral en la cabeza, y la bomba de relojería del Tratado de Lisboa en las manos, todavía sin aprobarse, los líderes de la UE se reunieron ayer en Bruselas para tratar de poner algo de luz en un futuro comunitario en la penumbra. El respaldo que dieron los europeos a los dirigentes conservadores, y el castigo que recibieron los socialistas el pasado 7 de junio, dio munición a unos y poco cuartel a otros para debatir sobre el tema de la cumbre: la continuidad del candidato de centro derecha, José Manuel Durao Barroso, durante otros cinco años al frente de la Comisión Europea.

El telón de fondo continuó siendo la crisis. Los dirigentes de los Veintisiete ultimaron los detalles para un nuevo marco de supervisión financiera paneuropeo. Este trasfondo de la recesión se convirtió en un paredón en manos de Mariano Rajoy, que armado con el «brutal aumento» del déficit público español, volvió a disparar sobre la gestión de la crisis del Gobierno socialista.

El presidente del PP se trasladó también hasta la capital europea para rentabilizar, en un encuentro con los jefes de Gobierno de su familia política, la primera victoria de su formación política sobre Zapatero en las pasadas elecciones europeas.

Hipoteca del futuro de España

En su opinión, las decisiones del presidente del Ejecutivo español «van a hipotecar el futuro español, generarán más subidas de impuestos» y dificultarán el acceso de las pymes y las familias al crédito por la emisión de deuda. En su lugar, insistió en que lo necesario para España es «austeridad, reformas y reestructuración del sistema financiero» y consideró «un disparate» que este año el Gobierno propusiera una nueva subida de impuestos. Por eso, defendió ante los suyos el control presupuestario representado por el Pacto de Estabilidad.

Rajoy centró su intervención en la cumbre del Partido Popular Europeo (PPE), que se celebró horas antes del Consejo de los Veintisiete, en las prioridades económicas para la UE.

Antes de entrar a la reunión, criticó ante los periodistas la manga ancha dada a las comunidades autónomas para que se endeuden y defendió otras prioridades, como un plan para la reestructuración de las cajas de ahorros. «Con la mayor celeridad posible, porque lleva ocho meses de retraso», añadió.

Mala administración

Esta vez, el líder de los populares cambió el aumento del paro por la deuda pública para erosionar al Ejecutivo en esta crisis, la mayor que vive la Unión Europea en siete décadas. «No hay ningún país en la Unión que vaya a tener un déficit como el español por encima del 10 por ciento» dijo el presidente del PP, aunque esta sequía de las arcas públicas no le impidió defender una bajada de impuestos para los «emprendedores españoles».

Para Rajoy no es un problema de ingresos, sino de gastos, ya que «el gobierno administra mal» y «al final lo pagamos los españoles con impuestos». Ante las contradicciones socialistas respecto a la llegada de nuevas cargas fiscales, adelantó que preguntará de nuevo la próxima semana en el Congreso, ya que «el presidente de Gobierno tiene un problema de credibilidad».

La protesta de los tractoresUna protesta de tractores impidió la llegada ayer del presidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, a la reunión de la familia socialista europea.El encuentro, que se celebró horas antes de la cumbre de los Veintisiete, se centró en el debate sobre la designación de José Manuel Durao Barroso al frente de la Comisión Europea, a la que el Partido Socialista de la zona (PSE) se opone. No obstante Zapatero siempre ha hecho público su apoyo al candidato portugués, como también lo expresaron otros jefes de Gobierno, como Gordon Brown, quien tampoco estuvo en la reunión. Según fuentes diplomáticas españolas, la protesta de los productores de leche que tuvo lugar en Bruselas impidió a la delegación llegar. El presidente del (PES), Poul Nyrup Rasmussen, y el jefe del grupo parlamentario Martín Schulz, adelantaron su rechazo a su reelección. «Mi grupo no va a votar por él y no va a votar en julio», advirtió Schulz.