Rajoy vindica su camino y al nuevo PP

Los resultados de las elecciones europeas han dado nuevos bríos al jefe de la oposición. Mariano Rajoy se siente aún más libre, si cabe, para decidir su estrategia –«utilizaré los medios más útiles que considere oportunos en cada momento»– y para tomar también las decisiones en clave de personas que le convengan. En un Comité Ejecutivo sin más agenda que la de deleitarse en el triunfo del domingo, y con la mayoría de los barones ausentes, dio un toque de atención sobre el riesgo de la autocomplacecia, y llamó a redoblar esfuerzos.
En el horizonte marca ya un objetivo, las próximas elecciones autonómicas y municipales, para las que quedan dos años, y antes tendrán que celebrarse las catalanas. Empezará a prepararlas ya en septiembre. Para ello convocará a sus presidentes regionales y provinciales, con los que hablará de tú a tú sobre la situación electoral en sus feudos –comparando voto en europeas y en municipales o autonómicas– y también sobre las candidaturas, ya que no quiere improvisaciones. Hay varias incógnitas morbosas: el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, ha dado a entender que preferiría no repetir, y lo mismo se sobreentiende en el caso del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. También se mira a la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre. Y a Rajoy lo que le importan son los resultados de unos comicios que serán la última plataforma en su carrera hacia La Moncloa: sabe que tiene que contar con los mejores, y por eso le gustaría que Gallardón repitiera una vez más como candidato al Ayuntamiento. Su «hoja de ruta» para ganar las generales pasa también por reivindicar el «camino» que está siguiendo. En un mensaje con lectura interna, es decir, para los que hasta ahora han cuestionado ese camino, y externa, Rajoy subrayó su intención de mantener el rumbo que fijó en el Congreso de Valencia, contando, eso sí, con todo el que quiera unirse a lo que defiende el PP.
Precisamente, la dirección popular ha elegido de nuevo Valencia y a Francisco Camps como anfitrión de un gran acto lleno de simbolismo. Su sentido será rendir homenaje al congreso en el que hace un año, y tras una travesía bastante traumática, se reeligió a Rajoy como presidente nacional y se marcó, además, la apertura de una nueva etapa tras el «aznarismo».
La idea es de antes de las elecciones y para dar más realce al homenaje asistirán el Comité Ejecutivo y la Junta Directiva Nacional. Ana Mato, vicesecretaria de Organización y responsable de la campaña de estas europeas, está ya trabajando en los preparativos de este acto en el que el PP quiere también «vender» la idea de que con la victoria del domingo comienza otra nueva etapa en la batalla por La Moncloa. «Vamos a seguir adelante, por nuestro camino, y ojalá nos sigan muchos. En este partido, yo cuento con todos», dijo ayer Rajoy al PP.

El culpable del voto de UPyD
Luis de Grandes, «número dos» de la lista europea y persona cercana a Mariano Rajoy, abrió ayer la caja de Pandora en el Comité Ejecutivo al pedir que se analice qué ha provocado que voto del PP fuera a las arcas de UpyD, el partido de Rosa Díez. Advirtió del peligro del «compadreo». Entre los presentes hubo quienes interpretaron sus palabras como una alusión a Esperanza Aguirre, quien se marchó antes de que terminara la Ejecutiva. En Génova hay dirigentes que responsabilizan a la Comunidad de Madrid y a sus satélites de dar alas al fenómeno de UPyD.