El extraño robo de 33 bocetos de Picasso en el museo del artista en París

Es un robo que causa perplejidad. No tanto por un rocambolesco «modus operandi», sino por la facilidad con la que parece haberse perpetrado. Los 33 croquis originales de Picasso, realizados entre 1917 y 1924 y de los que ayer se constató su desaparición, reposaban en una vitrina del museo del artista malagueño en París. Pero los ladrones no tuvieron que esforzarse mucho para sustraer el preciado cuaderno, valorado entre 7 y 10 millones de euros, porque la cerradura del mostrador en cuestión estaba rota. De confirmarse este extremo, el hurto lo podría haber cometido cualquier desaprensivo. En carboncilloSi, al contrario, se demuestra que la vitrina estaba debidamente cerrada, la limpieza de la operación orientaría la investigación hacia otro tipo de hipótesis como el del robo premeditado y obra de profesionales. El cuadernillo, de 16 x 24 centímetros, que reza sobre su tapa la palabra «Album», tampoco era objeto de fuertes medidas de vigilancia. En su interior, 33 dibujos en carboncillo sobre papel firmados por el propio Pablo Picasso. La Policía sitúa el robo entre el lunes y la mañana de ayer, día de cierre del museo, pero que excepcionalmente había abierto sus puertas, bajo invitación, a los vecinos del distrito.

Se trata de un nuevo robo de obras de Picasso en la capital francesa, tras uno en febrero de 2007, cuando los ladrones sustrajeron de la casa parisiense de Diana Widmaier-Picasso, nieta del artista fundador del cubismo, dos de sus obras valoradas en unos 50 millones de euros. Se trataba de "Maya à la poupée", (1938) y de "Portrait de Jacqueline"(1961), que fueron recuperados por la Policía medio año más tarde. Marina Picasso, otra de las nietas del pintor, sufrió el robo de una quincena de cuadros en su casa de Cannes el 5 de noviembre de 1989, aunque las obras aparecieron cuatro días después. En enero de 2004, una naturaleza muerta de Picasso fue sustraída del museo Georges Pompidou de París, y tres meses más tarde encontrada. Pero el robo más importante en Francia se remonta a 1976, cuando fueron sustraídas 118 obras de Picasso del Museo de Avignon. Otros robos de obras de Picasso se han sucedido en Zúrich, Londres y Río de Janeiro en 1994, 1997 y en 2006, respectivamente. En el primero desaparecieron casi veinte telas en una galería de arte; en el segundo un hombre se llevó la escultura "Tète de Femme", que fue recuperada; y en el tercero fueron sustraídos cuatro cuadros.