Champions League
Robben borra a Higuaín
Los regates del holandés, que siempre acababan en las piernas de los rivales, anularon la fe del argentino. A Raúl sólo se le vio en el saludo entre los capitanes y el árbitro
MADRID- «Todo está en la mente», advertía Guardiola antes del partido. Era su manera de vencer al cansancio. Y tiene razón el técnico azulgrana. Todo está en la cabeza. Y el Madrid escondía sus limitaciones en la de Higuaín. Cuestión de fe. Con eso le había bastado para llegar a cuatro partidos del final con posibilidades de ganar la Liga. Subido a la espalda de Higuaín, el Madrid remontó el partido contra el Getafe y creyó que podía volver a ser campeón. No estaba Robben aquel día, que duró menos de veinte minutos en el campo. Ayer, sí. El madridismo estaba feliz porque había vuelto el holandés con su poder magnético para atraer la pelota.Higuaín cumplió con su parte. Ilusionó al Bernabéu con un remate de cabeza que valía el 1-0. Ahí desapareció el Madrid, que comenzó a confiar en Robben sin darse cuenta de que sus regates desactivan la fe de los compañeros, que se sienten espectadores esperando que Arjen salga de su laberinto. Pero ayer no salió. Se enredó en regates que siempre acababan en los pies de Abidal o de Piqué. Y donde el Madrid veía una ocasión de ataque, el Barcelona descubría una oportunidad para recuperar la pelota. Y la recuperaba.Cada balón que perdía Robben aumentaba la sensación de soledad de Higuaín. Que además ayer tampoco podía apoyarse en Raúl, el único madridista que comparte su fe. El capitán estaba desaparecido. Se le vio en el saludo con Puyol y Undiano Mallenco al comienzo del partido y nadie volvió a ser consciente de dónde estaba el «7».El que sí estaba es Higuaín, pero Robben no le veía. En las alineaciones, al holandés deberían señalarlo con un asterisco como en las carreras de caballos. Con el 11*, Robben. (*correrá con anteojeras). Sus compañeros se evitarían disgustos. Y el «Pipita», algunas carreras.
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