Rouco clausura el tercer encuentro de Infancia Misionera

MADRID- Rodeado de más de 5.000 niños llegados de toda España, el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco, presidió ayer la misa de clausura del III Encuentro Nacional de Infancia Misionera, que se ha celebrado durante el fin de semana en el pabellón Madrid Arena de la Casa de Campo. El cardenal estuvo acompañado por el arzobispo de Pamplona-Tudela y director de Obras Misionales Pontificias (OMP), Francisco Pérez González, y los obispos de Astorga y Jaén, Camilo Lorenzo y Ramón del Hoyo, respectivamente, además de numerosos sacerdotes, entre ellos el subdirector de OMP, Anastasio Gil.En la homilía, el cardenal dijo que sólo puede llamarse misionero el que «conoce, ama y sigue a Jesús» y que Dios necesita la ayuda de los niños para que «su amor se expanda». Durante el ofertorio, se ofreció junto al pan y el vino la aportación económica de la Infancia Misionera para 2008. La música, indispensableAnimados por las canciones del grupo Getsemaní y acogidos por el equipo de voluntarios de Cristianos Sin Fronteras, los chavales llenaron de ritmo y color el Madrid Arena gracias a las pañoletas y gorras que representaban a cada uno de los cinco continentes.La actriz Pilar Soto, presentadora del encuentro junto con Andrés Caparrós, aseguró ayer a LA RAZÓN que el comportamiento de los niños «ha sido ejemplar»: «En estos tiempos en que resulta imposible que atiendan a un profesor durante una hora en una clase de matemáticas, los niños de la Infancia Misionera me han transmitido una energía palpitante: han cantado cuando había que cantar y su silencio era inenarrable en los momentos de oración. Estaban locos por escuchar y por aprender a ser misioneros», afirmó.En la tarde del sábado se leyó el mensaje que el Santo Padre hizo llegar a los niños. A partir del lema del Encuentro «Hoy y mañana somos misioneros», Benedicto XVI les invitó «a crecer en la amistad con Jesús, el amigo que nunca falla, mediante la oración y los sacramentos, para hablar de Él con entusiasmo a quienes tal vez no han tenido la alegría de conocerlo». Además del mensaje papal, los niños disfrutaron con un cuentacuentos, danzas africanas, magos, marionetas y payasos. «Ha sido un fin de semana ideal, ahora toca llevarlo a la práctica y demostrar que podemos ser misioneros con nuestros amigos y en nuestras familias», asegura Miriam, del colegio Calasancio de Alicante.