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Se cuadruplica el número de mujeres adictas a las drogas

El perfil del drogodependiente en España es un consumidor de cocaína, que estudia o trabaja, y acude a un centro asistencial tras más de 7 años de consumo, según los datos de un estudio presentado hoy por la Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD). Este estudio ha sido realizado en 254 entidades de la UNAD en todas las comunidades autónomas analizando cerca de 35.000 fichas de más de 150.000 personas drogodependientes que han pasado por los programas de carácter asistencial, de incorporación y de intervención, desarrollados tanto fuera como dentro de prisión. El presidente de UNAD, Luciano Poyato Roca, ha destacado que las drogodependencias han dejado de ser un problema mayoritariamente masculino, puesto que el 44,51 por ciento de las personas atendidas han sido mujeres, cuando hace una década que el porcentaje de varones era del 89 por ciento. El estudio afirma que casi el cien por ciento de las personas atendidas son policonsumidores, es decir, no consumen una única sustancia pero la droga principal de consumo sigue siendo la cocaína que consumen el 21 por ciento de los atendidos, seguida por el alcohol (18,48 por ciento), la heroína (14,92) o el cannabis (7,10 por ciento). Además, el 11,80 por ciento de los consumidores de cocaína utiliza la jeringuilla como vía de consumo habitual y el casi la mitad de los atendidos tienen alguna patología diagnosticada: el 23,26 por cierto tiene sida, el 32,56 hepatitis y el 21,40 tiene patología dual. La mayor parte de las personas atendidas (44,30 por ciento) comienzan a consumir drogas entre los 16 y los 25 años, pero destaca sobre todo el porcentaje de personas que se inician con menos de 16 años (32, 34 por ciento). Casi el 70 por ciento de las personas llegan a los centros asistenciales cuando llevan más de seis años de consumo de drogas sumando los de más de 6 (33,37 por ciento) y los de más de 10 años (35,12). El estudio resalta también que el consumidor cada vez responde menos al estereotipo de consumo y falta de formación porque únicamente el 9,95 por ciento no tiene estudios, mientras que el 33 por ciento ha llegado a la educación primaria, el 28 por ciento a la secundaria y el 5,28 por ciento son universitarios. Poyato ha señalado que "el consumo problemático de drogas está presente en cualquier sector social, económico y cultural, y no se puede hablar de grupos de riesgo". Los datos también reflejan que el 23,68 por ciento de las personas atendidas trabaja, un 19,64 por ciento de las personas se declara en paro, el 19,64 por ciento asegura ser estudiante y el 18,31 por ciento tiene algún tipo de subsidio o renta básica.

 

España, uno de los mayores mercados de cocaína en EuropaEspaña es uno de los mayores mercados de cocaína de Europa, pese a que el consumo parece haberse estabilizado tras el abrumador crecimiento de consumidores de la última década, según el Informe Mundial sobre las Drogas, presentado hoy por la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD). Hasta 121.000 consumidores de opiáceos, la mitad de las incautaciones mundiales de resina de cannabis y un 3 por ciento de la población joven y adulta con alguna experiencia con la cocaína: son algunas de las cifras sobre la situación de las drogas en España, recogidos en un estudio de la ONU. Según la ONUDD, la prevalencia anual, o el número de personas que probaron la droga al menos una vez el pasado año, se estabilizó en 2007 en un 3 por ciento de la población entre 15 y 64 años, lo que equivale a unas 910.000 personas. Ese porcentaje, similar al de 2005, indica que parece haberse detenido el aumento del número de consumidores, que desde el año 1999 hasta el 2003 fue de casi un 70 por ciento. Respecto al precio, si un gramo de cocaína en la calle costaba 110 dólares en 1990, en 2007 el precio se había reducido a 83, después de subir desde los 76 del año anterior. Además, el informe de la ONU indica que el consumo de cocaína entre los estudiantes de secundaria pasó del 7,2 por ciento en 2004 al 4,1 en 2006, el menor porcentaje desde finales de la década de los años 90. Paralelamente a la estabilización del consumo, la ONU ha detectado también un descenso de las incautaciones de drogas. Si en 2006 se decomisaron en España casi 50 toneladas, en 2007, último año registrado en el informe, se limitó a 38 toneladas (el 5 por ciento mundial), una reducción importante pero que sigue colocando a España como el primer país de Europa, y el quinto del mundo, en alijos de cocaína. Respecto al cannabis, la ONU indica que España "es un mercado importante debido a su ubicación estratégica cerca de los mayores centros de producción de resina de Marruecos". El análisis anual de esta agencia con sede en Viena cifra en el 10 por ciento de la población joven y adulta el número de usuarios de cannabis, lo que supone alrededor de 3 millones de personas. Ese porcentaje supone un leve descenso respecto a los datos de 2003. Respecto a las incautaciones de resina de cannabis, el periodo 2005-2007 registró un aumento del 19 por ciento hasta los 19.626 kilos, el 50 por ciento del total mundial. Respecto al uso de estimulantes de tipo anfetamínico, especialmente el éxtasis, los datos reflejan que en España la prevalencia anual tiende a la baja. Si en 2003 alcanzó el 1,8 por ciento de la población, el pasado año se había reducido al 1,1. En general, la ONU cifra en 253.000 el número de adictos en España en el periodo que va entre los años 2002 y 2006. Entre los consumidores que recibieron tratamiento, el 46,9 por ciento tenía problemas con la cocaína, frente al 39,3 por ciento que era adicto a opiáceos, como la heroína, o el 10,9 por ciento con el cannabis.