Se la juegan

La tritranquilidad de Joan Laporta se tornó superurgencia. La indiferencia con que habló de los fichajes galácticos del Madrid, pasó a ser actitud nerviosa para reforzar su plantilla. El Barça, como los toreros después el paseíllo, ha cambiado la seda por el percal. Ha traspasado a Etoo por conflictivo y ha contratado a otro que no se distingue por actitudes serenas. Y, encima, marca menos goles. La tritranquilidad ha convertido el fichaje de Ibrahimovic en el más caro de la historia. El sueco ha costado más que Cristiano Ronaldo. Basta sumar lo que paga en dinero al valor de Etoo, y la cesión de Hleb, para concluir que la tritranquilidad ha sido una milonga, tan dolorosa como las que cantaba Angelillo.No era de esperar que a Laporta, tan irónico y hasta sarcástico con los dispendios de Florentino Pérez, le entraran las prisas y acabara estableciendo un récord en los dispendios del club y superara las alegrías de éste. El Real Madrid es ahora el club más endeudado de España y el Barça, con el nuevo crédito para pagar a Ibrahimovic, se ha acercado al agujero rojo del Valencia. En año de tribulación los dos más grandes están haciendo mudanzas. La operación puede convertirse en el mayor de los castigos para Laporta. El camerunés, con su desmedido ego y sus arranques de celos, aseguraba buen número de goles. El sueco nunca ha marcado tantos. Guardiola se la ha jugado. El Camp Nou podría convertirse en juez implacable. La afición es olvidadiza.