Sexo: sólo para mayores

Premiada por el jurado en Cannes dentro de la vistosa sección «Una cierta mirada» (a lo mejor porque la película tiene un aire bastante francés, como comprobarán unas líneas más abajo) y seleccionada por el Festival de Sevilla, «En el séptimo cielo» narra la intensa historia de una mujer felizmente casada que, harta sin embargo de la rutina matrimonial, se enamora de un hombre de manera compulsiva. A qué este ruido, dirán unos; o menuda novedad, afirmarán otros, y tendrían toda la razón de ignorar un par de informaciones valiosas: la primera atañe a la avanzada edad de los protagonistas (ella, sesenta y muchos; él, casi ochenta), y la segunda radica en las numerosas escenas de sexo explícito que contiene la producción. Lo nunca visto. ¿O sí?«Yes, we can»Como asegura el casi desconocido (cuando menos, fuera de Alemania, donde el director nació) Andreas Dresen, la obra no refleja ni de lejos la visión estereotipada que el cine y otras artes suelen ofrecer de la ancianidad, «con personas tomadas de la mano paseando por un parque», por ejemplo. E insiste en que está «cerca de "Intimidad"(aquella polémica cinta realizada por Patrice Chéreau en 2001) o "Secretos de un matrimonio"(uno de los pesos pesados con la firma de Ingmar Bergmann,1973)», no de «esos títulos románticos en los que intervienen los mayores». Hablamos, a las bravas, de «erotismo en estado puro», que, por otra parte, no se oculta en la oscuridad de una alcoba; bien al contrario, la ardiente pareja retoza incluso en la naturaleza, a plena luz del día. Huelga decir que los medios de comunicación germanos se inflaron de dar información sobre la obra cuando se estrenó el pasado año. Así el diario «Die Tageszeitung», que le dedicó su portada completa con la famosa frase pronunciada por el hoy presidente de EE UU Barack Obama, «Yes, we can». Y tan que sí.