Teherán
Teherán no logra cercenar la libertad en internet
Ante la amenaza, el régimen islamista ha reducido la banda ancha y bloqueado numerosas páginas web.
«¿Dónde está mi voto?» es lo que se preguntan los miles de iraníes que han llenado internet de fotografías y mensajes de protesta al fraude electoral. La red social Facebook cuenta con más de cien grupos –con centenares de seguidores cada uno– que sobre un fondo verde debaten qué ha pasado con su papeleta. El régimen de Ahmadineyad, consciente del poder de este tipo de páginas web, ya había bloqueado numerosas páginas «de riesgo» como Youtube o Facebook antes de las elecciones, en un claro intento de manipular el resultado. Con lo que no contaban era con que los iraníes también eran miembros de Twitter, y que muchos de sus móviles, que son de última generación, pueden saltarse los bloqueos.
Gracias a este portal, que permite mandar mensajes de 140 caracteres no sólo al correo electrónico sino al mismo móvil, la oposición y sobre todo los jóvenes están evitando la censura estatal. Si un usuario ve un incidente en una manifestación, lo graba con su teléfono y directamente lo sube a internet. Las nuevas tecnologías y las ganas de contar la represión que sufren se han convertido en serias amenazas para que Ahmadineyad no consiga salirse con la suya.
Según el portal de noticias Ynetnews –también vetado en Irán– la mejor herramienta de la oposición ha sido Twitter, «pues los 110 millones de mensajes de texto que se llegaban a enviar en un día permitían actualizar las cuentas y organizar manifestaciones masivas».
Como consecuencia, el Gobierno iraní ha reducido a la mitad la capacidad de la banda ancha en el país, pero ya hay páginas que explican cómo saltarse el bloqueo (a través de sistemas que transforman las web en proxy) y cómo hacer que los archivos «pesen» menos y sea más rápido subirlos. Va a ser imposible mantenerlos callados, al menos, en Internet.
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