Barcelona
Carles Torrecilla: «Todavía falta mucha educación ecológica»
Este libro lo ha escrito junto a un periodista, Jordi Basté. ¿Qué le aporta un periodista a un profesor de universidad?-Mucho más de lo que parece. Los profesores sabemos mucho de nuestra especialidad y esto hace que a veces nos cueste explicarla para los que desconocen el tema. Hay una frase magnífica que dice que un problema bien planteado es un problema medio resuelto; eso es lo que ha hecho mi compañero, preguntar las cosas que le interesan a la gente de la calle, no a los financieros.-¿Por ejemplo?-No es lo mismo que me pidan que explique lo que es la inflación a que me pregunten cómo le afecta a las familias en la compra del sábado. Ese punto de vista, el del impacto final en el ciudadano, los profesores no los solemos plantear. Y eso es lo que buscamos con este libro. -Usted habla de mentiras y medias verdades, ¿a qué se refiere?-Le pongo un ejemplo: últimamente solemos escuchar que hasta hace poco los bancos prestaban el dinero con mucha facilidad. Eso es una mentira, cualquiera que haya pedido una hipoteca en los últimos años sabe que le han pedido avales, nóminas, declaración de impuestos, patrimonio y tasaciones. Eso no es dar el dinero fácilmente.-Es fundador y socio de una empresa, Ecoveritas, que son supermercados ecológicos. ¿Qué le llevó a montar ese tipo de negocios? -Me di cuenta de que en mis clases mucho de los proyectos que llegaban trataban sobre salud, cuidado personal, medio ambiente, así que creí que sería una buena idea montar un comercio en el que todos los productos, desde la comida a la cosmética, fueran ecológicos.-¿Funcionan o todavía son una quimera?-Ya lo creo que funcionan. Aún así todavía falta mucha concienciación y educación ecológica para igualarnos con el resto de los países europeos donde el mercado ecológico significa el cinco por ciento del bruto mientras que aquí estamos en el 0,2. -¿No resultan unos productos demasiado caros para el bolsillo medio?-No es un problema de poder adquisitivo, sino cultural y de desinformación. Yo le digo a la gente que lea la etiqueta antes de comprar un producto en una tienda normal, seguro que al final no lo compra. -¿Es cierto que estos alimentos producen menos alergias que los habituales?-Se da el caso de que muchas personas piensan que son alérgicos a ciertos alimentos y cuando lo comen ecológico se dan cuenta de que no lo son. En realidad lo que no admiten son los añadidos que llevan esos productos, los colorantes, los conservantes, etc. En cuanto a los productos cosméticos la diferencia es abismal, de hecho la mayor parte de los jabones y cremas que mandan los alergólogos suelen ser ecológicas.-Muchos piensan que los alimentos ecológicos pierden sabor...-Le propongo una prueba: déle a un niño un plato de pasta en el que estén mezcladas la normal y la ecológica, le aseguro que se comerá la ecológica y dejará la otra. El niño se guía más por el instinto. Tenga en cuenta que este tipo de comida nos devuelve a los orígenes, y eso el cuerpo lo agradece mucho.A vuelaplumaCarles Torrecilla es profesor de la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas de Barcelona (ESADE), y ha escrito junto al periodista Jordi Basté el libro «Crisis, mentiras y grandes oportunidades» (Planeta) en el que, con un estilo desenfadado, hablan sobre las claves para entender la crisis y cómo salir airoso de ella. Podemos decir que se trata de un manual de economía para inexpertos, una manera sencilla de entender el momento económico en el que vivimos.
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