Tormenta política sobre el gobernador del Banco de España

Los preocupantes pronósticos y las recomendaciones del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, sobre el sistema de pensiones en la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso desataron ayer una auténtica tormenta política en su contra. Fernández Ordóñez defendió la necesidad de reformar el modelo porque hay «un problema de sostenibilidad», avisó de que la Seguridad Social entrará en pérdidas este año y aconsejó que se retrasara la edad de jubilación. El ministro de Trabajo y los secretarios generales de UGT y de CC OO criticaron duramente el diagnóstico del gobernador. Incluso, el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, y el presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, reclamaron cuidado y prudencia a Fernández Ordóñez. Si algo ha quedado claro en esta crisis, es que el Banco de España ha sido una de las instituciones del Estado más realistas en sus pronósticos. Por eso, más que molestarse o indignarse ante las advertencias de una institución de la máxima solvencia económica, el Gobierno y los agentes sociales deberían plantear un debate que es insoslayable. El sistema de pensiones ha de quedar al margen de los oportunismos políticos y sindicales. Lo que procede, en suma, es convocar el Pacto de Toledo y abordar la cuestión con realismo y sin demagogias.