Tradición y vanguardia en El Raval

Barcelona es una ciudad moderna, majestuosa, noble, con amplias avenidas arboladas que dan sombra a casonas y edificaciones organizadas de forma perfecta... Es una de esas ciudades que no necesita mapa porque es imposible perderse. Una capital abierta al mar, protegida por los montes, condal, europea, distinta. Barcelona es más... es un barrio, El Raval, desarbolado, improvisado, que vive sin reloj, huele a mundo y sabe a un sinfín de culturas. Es el corazón de la ciudad, el alma de la capital catalana, refugio de inmigrantes del sur, hogar sin fronteras, símbolo de las raíces barcelonesas. En esta maraña de calles, de lugares comunes, de puntos que marcar sobre el mapa junto al barrio gótico, se alza el Barceló Raval, un establecimiento moderno que acaba de abrir sus puertas para revitalizar las calles de este distrito histórico. Sofisticación y diseño se ponen al servicio de sus 182 habitaciones y cuatro suites (equipadas con mini-office, el nuevo concepto de minibar, una torre tecnológica, ducha de hidromasaje, cafetera Nespresso y WiFi) para simbolizar la transformación de la ciudad condal. Nuevo concepto de hotel Pero, sin duda, si hay algo que caracteriza a este novísimo hotel es el cuidado, hasta el más mínimo detalle, de sus instalaciones, que buscan ser el icono de un nuevo concepto. Un urbanismo y modernidad que se refleja en el Re:view Lounge, un restaurante con tres formas de disfrutar de la gastronomía dependiendo del momento del día que, por las noches, ofrece lo mejor de la cocina de autor y una selecta carta de cócteles. El B Lounge, un espacio diferente y multifuncional, con una oferta de tapas y combinados, se convierte en otra de las alternativas para apurar Barcelona hasta el amanecer. Las salas de reunión, con luz natural, son idóneas para la celebración de encuentros en uno de los principales enclaves de negocio en el panorama empresarial nacional. El gimnasio y la piscina solarium, donde los huéspedes podrán ponerse a tono con unas vistas privilegiadas, ofrecen un momento de asueto en una ciudad que no descansa; y la terraza circular, que brinda una perspectiva completa de la capital, sitúa a este hotel como uno de los imprescindibles e icono del lujo. En el corazón de la ciudad El Barceló Raval suma, además, a sus instalaciones, una perfecta ubicación que provoca una simbiosis entre la fisionomía urbana barcelonesa (se encuentra muy próximo a las Ramblas y el Barrio Gótico o la Plaza Cataluña) y el vanguardismo del que hace gala, que lo convierte en la referencia de una de las zonas más de moda. A tan sólo diez minutos de la principal seña de identidad de la ciudad, el mar, el hotel aúna su carácter mediterráneo mientras, su cercanía a las plazas céntricas lo convierten en una opción de lujo para disfrutar de la oferta cultural y, cómo no, de la noche barcelonesa.