Estreno

«tres monos»: Acoso y caspa

Dirección y guión: Nuri Bilge Ceylan. Intérpretes: Yavuz Bingol, Hatice Aslan y Rifat Sungar. Turquía/Francia/Italia, 2009. Duración: 100 minutos. Drama.

Próxima al tratamiento de la imagen del Sokurov de «Madre e hijo», Nuri Bilge Ceylan pinta los cielos del mar de Mármara de un gris cemento. Un gris que pesa tanto sobre las silenciosas conciencias del trío protagonista que merecería el puesto de cuarto mono en el título. Ceylan es un formalista a jornada intensiva que ha encontrado en el color de la posproducción el elemento que le faltaba a su universo precocinado, hermosísimo pero también congelado hasta las cejas. Es lo que nos mantiene alejados de los problemas de esta familia a punto de precipitarse en el vacío cuando el padre, chófer de un empresario metido en política, acepta cargar con las culpas de un atropello cometido por su jefe a cambio de una buena suma de dinero. Es la primera película de Ceylan de las que he visto que coquetea con el género (el «film noir») y con algo parecido a la denuncia social, aunque el preciosismo de sus imágenes lo devora todo. Se consigue una atmósfera opresiva incluso en los contados exteriores, pero lo que les ocurre a estos tres monos, observadores impasibles de una realidad que pone los pelos de punta, no puede interesarnos sino como objeto de contemplación, naturaleza muerta que pide a gritos un pintor con más sentido del humor y menos contento de haberse conocido. Lo mejor: Lo peor: . Sergi Sánchez