Restaurantes
Turismo enológico en un convento
El hotel Convento Las Claras está ubicado en el antiguo convento de las Hermanas Clarisas, en Peñafiel, para ofrecer un lugar para el descanso corporal y espiritual con las comodidades de un hotel gracias a un proyecto que ha sabido unir y respetar las señas de identidad del antiguo centro de clausura, con el acondicionamiento y las instalaciones propias de un establecimiento de cuatro estrellas.
Tras la puesta en venta del edificio en 2001 y su posterior adquisición por dos empresarios de la comarca, Luis Acebes y Jesús Jiménez, el proyecto de rehabilitación del Convento, construido en 1606, ha mantenido su estructura original como son las vidrieras, artesonados, sillares, la viguería de madera y las techumbres abovedadas que complementan este hotel cuya disposición se desarrolla en torno al Gran Claustro, hoy cubierto con una cúpula de cristal, acondicionado como sala de estar que actúa como distribuidor de las diferentes estancias.
La rehabilitación ha transformado las antiguas celdas de las religiosas en 64 confortables habitaciones (diez de ellas dobles magnum y dos suites) decoradas con maderas nobles, en tonos claros y equipadas con todas las comodidades como TV, aire acondicionado individual, minibar, teléfono, conexión a Internet o caja de seguridad.
En homenaje a la cultura vitivinícola de la comarca, diferentes tipos de uva dan nombre a sus tres salones: Garnacha, con capacidad para albergar hasta 120 personas; Cencibel, con salida a la terraza para 160 personas; y Albillo, con aforo de 152, acondicionado para discoteca. Además, el Salón Chimenea, que cuenta con una pequeña biblioteca, permite la celebración de reuniones de hasta ocho personas. Estos salones están indicados tanto para la celebración de reuniones, seminarios, convenciones y conferencias como para exposiciones y ceremonias.
Otra de sus estancias destacadas para la celebración de actos es el Gran Claustro, pieza central del convento, que conserva íntegra su estructura de piedra caliza. Coronado por una cúpula acristalada, permite la utilización de este espacio como salón social acondicionado para tener un encuentro informal, tomar un café, leer un libro o como lugar de espera.
Cocina vanguardistaUno de los aspectos más destacados del hotel Convento Las Claras es su gastronomía gracias a un equipo de profesionales que conforman el restaurante Conde Lucanor, situado en la antigua Capilla de clausura.
Ensaladas, como la mousse de maíz con canutillo de jamón de pato y dado de micuit de foie trufado; cremas, como la crema fina de alcachofa con almejas de carril y juliana de ibéricos; platos para compartir o para degustar, como los raviolis de «Amanita Caesaria» con salsa de queso puro de oveja y trufa; carpaccios; pescados, entre los que destaca el salmón marinado con cítricos y verduras de temporada con vinagreta de vino tinto de la Ribera y crujiente de flor de loto o los lomitos de merluza de pincho mechada de hinojo con risoto de rebozuelo y crujiente de parmesano en salsa ligera de ajos.
Entre los platos de la tierra no podía faltar el lechazo, churro asado al horno o el carré de chuletillas de lechazo confitado, con puré de batata y confitura de kumquat. Los postres son, entre otros, la crema de yogurt griego con espuma de toffee y garrapiñados, la sopa de chocolate blanco con su crujiente de pan y aceite de arbequina o el capuccino de frutos rojos sonoros.
Además, el hotel pone a disposición del cliente hasta diez menús de ejecutivos, desde 33 euros, tres menús maridados con los mejores caldos de la Ribera del Duero, desde 66 euros, y un menú degustación desde 40 euros.
Cuidado para el cuerpoEl hotel ofrece otros servicios como su spa Sólo Sentidos. Equipado con sauna, bañera de hidromasaje, baño turco, duchas escocesas, piscina con hidromasaje y cabinas de masaje. Entre los tratamientos destacan los basados en las terapias orientales; tratamientos Delicatessen con productos naturales y el tratamiento facial estrella 24 k Soin D'Or.
El hotel Convento Las Claras cuenta además con otras instalaciones como el bar-cafetería El Coso, situado en la antigua entrada del convento, donde se encontraba el torno de clausura. Este espacio, en el que con el buen tiempo se instala una terraza exterior, ofrece a los clientes un salón de juegos y «La Bodeguilla», un espacio ideal para realizar catas, reuniones de amigos y meriendas. El hotel también dispone de una piscina exterior con zona ajardinada y vistas al Castillo y una gran carpa que acoge bodas y grandes celebraciones.
El hotel Convento Las Claras propone diferentes paquetes y escapadas que incluyen visitas a bodegas y degustaciones de caldos de la tierra, visitas al Castillo de Peñafiel, entradas al Museo del Vino, visitas guiadas al Monasterio Cisterciense de Santa María de Valbuena y hasta un paseo en carruaje entre los viñedos por Curiel de Duero. Además, propone actividades deportivas y de aventura como golf, paint-ball o piragüismo.
Además, los clientes del hotel podrán disfrutar de monumentos tan destacados como el Castillo medieval, que alberga hoy el Museo del Vino; la plaza del Coso, lugar donde se celebran desde la Edad Media los festejos taurinos; o las instalaciones en la provincia de bodegas como las de Emilio Moro, Protos, Emina, Matarromera y Abadía Retuerta entre otras muchas. Estas bodegas constituyen un reclamo destacado para el turismo de la zona, gracias también a las posibilidades que ofrecen para la realización de visitas, degustaciones y catas, que dan a conocer y saborear, en definitiva, la cultura y el mundo del vino.
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