Elecciones andaluzas

Un gran día para Euskadi

La Razón
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El término «histórico» está algo manido y se utiliza con demasiada alegría para referirse a un partido de fútbol, a una boda o a cualquier otra nimiedad. Sin embargo, su uso ayer fue adecuado a la hora de describir el nombramiento de la popular Arantxa Quiroga como presidenta del Parlamento Vasco. Una jornada realmente histórica en ese lentísimo caminar hacia la democratización de la convivencia entre vascos. Estaba previsto que saliera en primera votación, en virtud del acuerdo entre PP y PSE, lo que no restó trascendencia al hecho. En el otro lado, tampoco llamó la atención que la candidata del PNV sumara los votos de Aralar, EA e IU a los de su propio partido, pero alguien explicará el voto en blanco de UPyD. Ayer dio comienzo una legislatura en la que se visualiza el recambio de nacionalistas por constitucionalistas en la persona de Quiroga; su figura, presidiendo la máxima representación democrática de los vascos, transmite una imagen de normalización, aunque, de momento, sólo sea aparente. Para sorpresa de todos, la política guipuzcoana utilizó el euskera, una lengua que chapurrea porque su familia materna, de Andoain, la habla con regularidad. Todo un gesto hacia los sectarios que repudian sus posiciones políticas y un aval para su promesa de ser la presidenta de todos los grupos y trabajar por el entendimiento y el equilibrio. Ni pudo ni quiso olvidar a las víctimas del terrorismo, a las que dirigió un sincero recuerdo.