Y al año se intervino

España se dotó en 2000 de un mecanismo pionero de protección financiera –las provisiones estadísticas- diseñado para dar al sistema bancario de un año adicional de protección. Este «año de gracia» no ha sido usado por el Gobierno para tomar medidas preventivas y concienciar a la población de la situación económica que se avecinaba inexorable. Había unas elecciones generales que ganar a cualquier precio y el «negacionismo» de la crisis tenía réditos políticos. Hace un año comenzó en EEUU un período en el que los fines de semana deparaban reestructuraciones en entidades de crédito aprovechando el cierre festivo. Ha pasado precisamente un año y las intervenciones de entidades de crédito han comenzado en España con Caja Castilla La Mancha. Muy mal se han hecho las cosas para que una medida diseñada para otorgar confianza -como es la intervención y el otorgamiento de liquidez de emergencia por parte del Banco de España y la sustitución de los gestores responsables del deterioro financiero- no haga otra cosa sino aumentar la incertidumbre y dejar clara la imprevisión en el diseño general de la política económica. Esta es una crisis de confianza y recuperarla pasa porque los responsables políticos digan toda la verdad sobre la situación y se atrevan a afrontarla con valentía y decisión.