Honduras

Zelaya pierde apoyos tras su «show»

El mediador, Óscar Arias, la UE y hasta la OEA consideran «imprudentes» las acciones del depuesto presidente. Para EE UU fue una «provocación». «Mel» acampa en la frontera

El depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, saluda a sus partidarios en Las Manos (Nicaragua), en su trayecto hacia el paso con Honduras
El depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, saluda a sus partidarios en Las Manos (Nicaragua), en su trayecto hacia el paso con Honduraslarazon

BUENOS AIRES- A la tercera va la vencida. Al menos eso debe pensar el depuesto presidente Manuel Zelaya, que tras montar el «show» mediático y cruzar la frontera fugazmente, volvió a Nicaragua, donde se encuentra acampado a sólo unos metros de su país. Allí pasó la noche acompañado por el ministro de Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, y sus colaboradores. Zelaya pretende cruzar el puesto fronterizo de Las Manos para reunirse con sus seguidores e iniciar su soñada marcha triunfal hacia Tagucigalpa. Pero también baraja otras opciones ante el fuerte dispositivo militar. «Podemos entrar por la frontera que tenemos con El Salvador y con Guatemala, en todos lados estamos organizados», dijo el presidente. «O podemos aterrizar directamente en San Pedro Sula, tengo helicópteros listos, tengo aviones listos, tengo al pueblo acompañándome», agregó. Pero la verdad es que hasta el momento no ha podido ni por aire, ni por tierra. Zelaya no logró regresar a su país el pasado viernes. Hizo un amago, sí, cruzó la frontera con Nicaragua a la altura del paso Las Manos, pero volvió de inmediato a suelo nicaragüense.La imagen recuerda el intento fallido de hace unas semanas en el aeropuerto de Toncontín, Tegucigalpa, cuando sobrevoló la terminal aérea en un avión venezolano, pero no pudo aterrizar.«Mel», como le dicen en Honduras, no logró retornar a su país, pero sí logró que su foto levantando la cadena metálica que separa a Honduras de Nicaragua ocupara los titulares de la prensa nacional e internacional. Lo cierto es que cuando llegó a Las Manos, la caravana venezolana que le acompañaba le dio la palmadita en la espalda y le dijo hasta aquí hemos llegado. Zelaya tampoco encontró el apoyo esperado de sus seguidores detenidos en El Paraíso por un cerco policial y militar que les bloqueó el acceso y los dejó a 12 kilómetros de la frontera.Sin embargo ya no podía echarse atrás, rodeado de cámaras, radios y reporteros. Tenía que cumplir con el órdago lanzado y, por lo menos, cruzar la línea. Así lo hizo ante la mirada atónita de los militares. Dio unos pasitos y volvió por miedo a ser apresado con la esperanza de poder dialogar más tarde con la cúpula militar, siempre desde el lado nicaragüense.Mientras tanto, arrecian las críticas internacionales que ven cómo el golpe de Estado en Honduras y los intentos de regreso de «Mel», se convierten día tras día en una especie de «reality show» fielmente retransmitido por los medios chavistas para sus mercados pero que cada vez despierta menos interés entre los hondureños, cansados de un mes de disputas políticas y, sobre todo, del aislamiento internacional. La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, calificó de «imprudente» la fallida operación de regreso de Zelaya y ayer, la Unión Europea instó a evitar nuevas «provocaciones» y a asumir la vía del diálogo para resolver la crisis política.