Tegucigalpa

Zelaya posterga su retorno a Honduras mientras Micheletti defiende su legitimidad

 

El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, pospuso hoy su regreso a Tegucigalpa, previsto para mañana jueves, para no "entorpecer"la gestión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que dio un plazo de 72 horas al Gobierno 'de facto' para que restaure el orden democrático en ese país. Entretanto, el presidente interino, Roberto Micheletti, recibirá a una delegación del organismo interamericano para explicarle la situación en ese país. Su retorno será el próximo fin de semana, según ha confirmado el mandatario derrocado a su llegada a Panamá, donde asistió a la toma de posesión del nuevo jefe de Estado, Ricardo Martinelli. La idea es "respetar esas 72 horas que ha pedido la OEA", para entonces concretar su retorno a Tegucigalpa, el cual ha sido "apoyado"por todas las naciones que conforman el organismo. Aunque no precisó fecha, dijo que una vez que cierre el plazo establecido regresará al país con una comitiva conformada por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza; el presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Miguel D'Escoto, y los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, entre otros. Pero el regreso de Zelaya no se ve fácil. El ministro de Exteriores interino, Enrique Ortez, advirtió de que "será detenido" una vez que pise Honduras porque los tribunales han emitido ya una orden de captura. Además, aclaró que deberá pedir un permiso y sólo podrá entrar como "ciudadano común"y no como mandatario. "Mientras nosotros estemos, no hay la mas mínima, no hay la más remota posibilidad que un gobierno que desacató las órdenes jurídicas vuelva", destacó en declaraciones a Reuters. Ortez aseguró también que si las intenciones de Zelaya son volver a Honduras "hay 25.000 personas listas para impedírselo"porque están en contra de que asuma nuevamente el poder, pese a la presión internacional que se ha negado a reconocer al Gobierno de Micheletti.

LEGITIMIDAD Por su parte, Micheletti desistió de enviar una delegación de su Gobierno a Washington para explicar la situación, tal y como había anunciado ayer. En cambio, recibirá a una comitiva de la OEA para defender su legitimidad en el cargo y aclarar que lo ocurrido el pasado domingo no fue un golpe de Estado. A este respecto, informó a la emisora colombiana La FM de que el organismo interamericano envió un comunicado en el que anuncia que representantes de "sólo cinco o seis países"viajarán a Tegucigalpa "para escuchar lo que pasa en Honduras y para entregar la resolución de la OEA sobre que en 72 horas debemos entregar el poder". Asimismo, hizo un llamamiento a los mandatarios de Ecuador y Argentina para que no acompañen a Zelaya en su regreso a Honduras y no se inmiscuyan en la situación del país. "No intercedan en asuntos que no les corresponden. Hagan una reflexión porque la presencia de ellos y de Zelaya puede desencadenar problemas en Honduras", dijo. Desde que asumió el poder, el ex presidente del Congreso hondureño ha insistido en defender que su designación corresponde a una sucesión constitucional"provocada "por las intenciones"de Zelaya "de llevar al país a situaciones críticas con una enorme irresponsabilidad".

CONDENA DE LA OEA Y ONU Los países miembro de la OEA han decidido dar un ultimátum al Gobierno interino de Honduras para que restaure la democracia en un plazo de 72 horas o asumir la posible suspensión del Ejecutivo encabezado por Micheletti tras el golpe de Estado militar del pasado domingo. "Básicamente la decisión a la que hemos llegado es la condena clara del golpe militar", que sacó del poder a Zelaya, advirtió el Insulza en una conversación con los periodistas a la salida de la sesión extraordinaria en la sede del organismo. Pero la condena va más allá, porque Insulza ha dejado claro que "si en 72 horas no se restaura la democracia, la asamblea general se reunirá de nuevo para suspender Honduras"del organismo, un hecho que sólo podría compararse con lo que sucedió con Cuba en 1962 cuando fue expulsada por no cumplir con algunos requerimientos de la Carta Democrática. Poco antes de la reunión de la OEA, los 192 países miembros de Naciones Unidas condenaron de forma unánime el golpe de Estado y reconocieron como único presidente de Honduras a Zelaya, rechazando al nuevo Gobierno de Micheletti. El presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel D'Escoto, fue el encargado de anunciar la aprobación unánime de este texto, minutos después de que el embajador de Honduras ante el organismo, Jorge Arturo Reina, lo leyera al comienzo de la sesión. Zelaya calificó de "histórica"esta resolución que condena "la barbarie y el retroceso que un pequeño grupúsculo le quiere imponer a nuestro país"y recordó que "luchar por la democracia no es un asunto de un país ni de un pueblo"porque "cuando se defiende un país y un pueblo se defiende la democracia en el mundo". En su intervención agradeció el respaldo de todos los mandatarios, entre ellos, el del jefe de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien por equivocación llamó "Felipe Rodríguez Zapatero", al confundirlo con el ex presidente Felipe González.

RECHAZO INTERNACIONAL Desde que el pasado domingo el mundo se enteró del golpe propiciado por el Ejército, las expresiones de rechazo no han cesado --incluso por parte de Estados Unidos--, por el contrario, se han ido intensificando a medida que el nuevo Gobierno continúa dando pasos en un intento poco exitoso de lograr su consolidación y la aprobación del resto de las naciones. Las reacciones internacionales ahora no sólo corresponden a los "aliados"de Zelaya en el continente --Venezuela, Cuba y Nicaragua--, sino también a otros países que han reprobado las acciones militares que derrocaron al mandatario e instauraron un Gobierno 'de facto'. Los países miembro del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) llamaron a consultas a sus embajadores en Tegucigalpa horas después de asumir Micheletti la presidencia. A esta iniciativa se han sumado también Chile, México y Colombia. El rechazo al golpe de Estado también motivó hoy al Gobierno español a llamar a consultas a su representante diplomático en Honduras, Ignacio Rupérez, con "la esperanza de que ello contribuya, en el marco de los esfuerzos internacionales en curso, al restablecimiento de la institucionalidad democrática"en esa nación centroamericana, informó el Ministerio de Exteriores. París ha hecho lo mismo que Madrid y ha llamado a consultas a su embajador en Honduras, según anunció el titular francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, en un comunicado en el que especifica que esta decisión se ha tomado en coordinación con los socios europeos de Francia presentes en Honduras. "Francia condena firmemente el derrocamiento del orden constitucional en Honduras. He decidido llamar a consultas a nuestro embajador", señala el jefe de la Diplomacia gala. Kouchner resalta asimismo que "el futuro de Honduras y de la región es indisociable de la democracia".