Zorita el espejo donde mira Garoña

MADRID- Hace poco más de tres años, el 30 de abril de 2006, la central nuclear de Zorita (Guadalajara) pasaba a la historia como la primera planta atómica desactivada en España. Garoña (Burgos), siete años después, será, si se cumple el plan del Gobierno, la siguiente en poner el candado. Un único ejemplo que sirve a los nuevos afectados de espejo en el que mirarse. ¿Qué ven? Pues hay todo tipo de versiones, según la Administración o alcalde con el que se hable, pero hay una serie de puntos en común: las ayudas prometidas por el Gobierno central no han llegado y el paro no ha aumentado de forma considerable por el cierre, aunque sí hay afectados indirectos (restaurantes, hoteles, colegios...). Luego, los alcaldes del Partido Popular denuncian que las ayudas de la Junta benefician a los pueblos gobernados por el PSOE.Ni un euro en tres añosUna de las principales quejas de los alcaldes de pueblos afectados por el Plan Zorita es el incumplimiento del Gobierno central en el plan de ayudas. «La Junta y el Gobierno se comprometieron a dar dos millones de euros al año para el desarrollo de la zona. Sólo la Junta está cumpliendo la promesa», explica Pedro Sánchez, alcalde de Yebra (PP). La misma versión ofrece la alcaldesa socialista de Albalate de Zorita, Covadonga Pastrana: «No hemos recibido ninguna aportación del Gobierno central por el Plan Zorita», aunque matiza que «hay ayudas que vienen de acuerdos firmados con Enresa» (empresa pública encargada de los residuos).Más duro es en su análisis el alcalde de Almonacid, Gabriel Ruiz, que explica que gente de Garoña se ha interesado por su situación. «Les dije que no se dejaran engañar. Si no pagan aquí, tampoco os pagarán a vosotros». Tampoco se ha actualizado la ayuda prometida por la Junta –se firmó que se incrementaría con el IPC– y no se ha cumplido.Sobre el, a su juicio, «engaño del Gobierno», Ruiz explica que el subdelegado del Gobierno, Juan Pablo Herraz, firmó el documento y luego en una reunión posterior de la mesa de seguimiento dijo que iban a «subvencionar proyectos supramunicipales integrales». «¿Qué significa eso?, le preguntamos atónitos». «Es, por ejemplo, que se instalara en esta zona la Mahou de Alovera», contestó. Para los alcaldes fue una mala broma, explica Ruiz: «Si una empresa como ésa se instala aquí, no necesitamos ayudas».Desde Industria han explicado a este periódico que «las ayudas se hacen a través de Enresa. Hay ayudas aprobadas de un millón de euros cuando se comience a desmantelar la central (en la actualidad se está enfriando el núcleo). «Nosotros no tenemos que poner dos millones de euros», concluyen (el documento es público y fue firmado por el subdelegado del Gobierno).Sobre el paro, en la propia central confirman que «no hubo ningún despido, sólo algunas prejubilaciones y 60 recolocaciones». Los alcaldes lo confirman, pero inciden en que «ha bajado el negocio hostelero y se ven menos niños en los colegios». Los pueblos del PSOEPara los populares, la Junta está usando los fondos de ayuda en beneficio de los pueblos socialistas. «El 80% del dinero se lo ha llevado Albalate de Zorita, donde la alcaldesa es diputada autonómica también», explica el alcalde de Yebra. «Dicen que han repartido equitativamente porque han subvencionado dos proyectos de pueblos de PP y dos de pueblos del PSOE, pero no cuentan que Albalate se lleva el 80% del presupuesto», remarca Ruiz.Sin embargo, la alcaldesa de Albalate puntualiza: «Nuestro plan genera empleo. Las ayudas no son para construir parques o asfaltar calles, como han propuesto otros».

Garmendia apoya la nuclearLa ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, afirmó ayer que el Gobierno español seguirá apostando por la investigación en el campo de la energía nuclear pese al cierre de la central de Santa María de Garoña (Burgos). Cristina Garmendia afirmó que su Ministerio tiene que «posicionarse» en todos los sectores que tengan una posibilidad de futuro, «y en la energía nuclear, también».

Una central insegura que «morirá» en 2015El cierre de la central nuclear de Zorita, en 2006, vino precedido de una serie de incidentes y polémicas que llevaron al Consejo de Seguridad Nuclear a aconsejar su cierre. La propia presidenta del CSN, Carmen Martínez Ten, explicaba hace un mes que «Zorita no reunía las condiciones para seguir funcionando». El 27 de febrero de 1997, la tapa de la vasija fue retirada por su agrietamiento (imagen de la izquierda); luego, en 2002, Greenpeace le dio el golpe de gracia al demostrar, colgándose de la vasija, que la seguridad de la planta era vulnerable (por entonces, el presidente de la Junta, José Bono, calificaba de «cafetera» a la central). Ahora, el escenario de cierre definitivo se plantea en 2015, cuando se haya desmontado finalmente la planta. Será en ese momento cuando los pueblos afectados pierdan las ayudas por ser municipios nucleares.