Internacional

López Obrador enfría el eje populista que promueven Venezuela y Argentina

El presidente mexicano recibe a su homólogo Alberto Fernández, que busca apoyo económico para superar la crisis

Argentinian President-elect Alberto Fernandez visits Mexico
04 November 2019, Mexico, Mexico City: Argentinian President-elect Alberto Fernandez (L) speaks with Mexican President Andres Manuel Lopez Obrador during their meeting, at the National Palace, on his first trip as Argentina's elected president. Alberto breaks a long tradition where his predecessors had usually travelled first to the neighbouring country Brazil after the election success. Photo: -/Presidencia via NOTIMEX/dpa04/11/2019 ONLY FOR USE IN SPAIN-/Presidencia via NOTIMEX/dpa-/Presidencia via NOTIMEX/dpa

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha frenado las expectativas generadas por la visita de su homólogo electo argentino, Alberto Fernández, repecto al impulso de un frente progresista en América Latina ahora que el peronismo ha vuelto al poder. López Obrador se desmarcó así también del presidente venezolano Nicolás Maduro, que lo sitúa al mando de un «frente antineoliberal» que aliente una alianza de izquierdas que hace una década contaba en sus filas con las principales potencias suramericanas.

López Obrador respondía ayer con una negativa cuando le preguntaban directamente si encabezaría algún frente contra el neoliberalismo en la región. «No, porque cada país tiene su propia realidad. Cada pueblo tiene su propia historia, su idiosincrasia, y cada quien tiene que actuar de acuerdo a sus circunstancias», afirmó en su habitual conferencia de prensa matutina.

La visita de Fernández, que el pasado 27 de octubre ganó la presidencia argentina con el 48% de los votos, adquirió más relevancia por las palabras de Maduro este domingo desde La Habana. «Empieza a configurarse una nueva situación geopolítica en la región… un frente progresista, encabezado por dos líderes que van a jugar un papel determinante en los próximos años: el presidente de México López Obrador y el presidente electo de Argentina Alberto Fernández, un frente progresista, de avanzada antineoliberal», hermanado con Cuba y Venezuela, dijo Maduro en la clausura del Encuentro Antiimperialista de Solidaridad por la Democracia y el Neoliberalismo, un acto encabezado por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y el líder del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro. El propio Díaz-Canel insistió de nuevo ayer en que la izquierda latinoamericana «no puede desmovilizarse otra vez».

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A pesar del guante lanzado por Maduro, la visita de Fernández, que aterrizó en México este fin de semana, estuvo marcada por la economía y el comercio. En su primer viaje como presidente electo de Argentina, ayer mantuvo un encuentro privado con López Obrador, quien antes de recibirlo afirmó que «vamos a mejorar nuestras relaciones económicas y comerciales, hay muchas cosas que podemos llevar a cabo para fortalecer nuestro comercio», destacando su interés en fortalecer la cooperación económica entre los dos países, y propuso lograr acuerdos con sectores productivos en Argentina para echar a andar al mismo tiempo todos los motores de la economía con inversión del sector público y el sector privado.

Las conversaciones pasan por dos puntos principales, según publica la prensa local. Por un lado la próxima liberalización del sector automotriz entre los dos países y que México permita el libre ingreso de carnes y granos de Argentina y así corregir el déficit comercial, hoy favorable al país norteamericano.

Previo al encuentro en el Palacio Nacional entre los dos líderes se produjo una reunión de segundas espadas para negociar estos temas. Del lado mexicano estuvieron el ministro de Exteriores Marcelo Ebrard, el subsecretario para América Latina, Maximiliano Reyes Zuñiga y Enrique Acevedo, subsecretario de Industria, mientras que del lado argentino asistieron varios funcionarios del gabinete económico: Felipe Solá, Matías Kulfas y Cecilia Todesca, según el medio «La Política Online». Ya por la tarde, Fernández tenía previsto mantener una reunión privada con el empresario Carlos Slim, el hombre más rico de América Latina, y posteriormente una cena con los diez hombres de negocios más importantes de México en busca de inversiones para reactivar la maltrecha economía de su país.

Antes de sentarse con Fernández, López Obrador presumió de sus buenas relaciones con los países latinamericanos y dijo que pretende mirar tanto al norte como al sur en su política exterior, aunque volvió a hacer mención al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, pendiente de ratificación en el Congreso de Washington, prioridad absoluta del mexicano. «Desde luego tenemos relaciones de hermandad con los pueblos de América Latina y el Caribe, no podemos dar la espalda a Centroamérica, al Caribe, a Suramérica, a nuestra América, como diría Martí, pero al mismo tiempo tenemos una relación económica, de cooperación y respeto mutuo con Estados Unidos y Canadá. Vamos a seguir manteniendo esa relación por razones de geopolítica y amistad», dijo.

La experta en América Latina de la Universidad Nacional Autónoma de México, Claudia Serrano, piensa que esta visita sí puede fortalecer un frente común de fuerzas progresistas en América Latina, «no tanto vinculado a la versión del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) con Hugo Chávez, sino mas vinculado al desarrollo en la región.

Esta reunión demuestra que hay intención de unir lazos políticos y económicos», asegura a LA RAZÓN la académica, que opina que con la alianza Obrador/Fernández se robustece la posición de México y Uruguay sobre Venezuela, que no reconocieron a Juan Guaidó como presidente y apostaron por una salida negociada a la crisis política.

México ha mostrado su interés en ostentar la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el único mecanismo regional de diálogo y concertación política que agrupa exclusivamente a los 33 países de América Latina y el Caribe. El apoyo de Argentina puede ser clave para desarrollar una agenda regional común.