Reino Unido

La familia que se compró un barco de la II Guerra Mundial por eBay

Una pareja pretende restaurar una embarcación que se usó en la Batalla de Normandía

El barco del que se enamoraron los Robins
El barco del que se enamoraron los RobinsShip happens /Youtube

Simon Robins tenía costumbre de mirar en eBay barcos averiados para restaurarlos. Pero la última vez quizá fue demasiado lejos. Al menos eso pensó su esposa Gemma cuando le enseñó en enero el barco de la II Guerra Mundial del que se acababa de enamorar, cuenta la CNN. Pero cuando vio lo emocionado que estaba su marido por rescatar el barco de motor de 21 metros construido para la Royal Navy del Reino Unido en 1943 y se dio cuenta de que estaba relativamente cerca de su casa en Wrexham, Gales, Gemma accedió a ir a verlo. Unos días después, la pareja pagó 6.500 libras esterlinas (unos 7.500 euros) por el barco, conocido como L1392 para evitar que acabara en un desguace. “Realmente no quería un barco”, explica Gemma a CNN Travel. “Pero cuando investigué su historia, me di cuenta de que es un barco realmente importante y que no quedan muchos así en el mundo. Fue tan desgarrador verlo tan descuidada y abandonado. Me tocó la fibra sensible”. Si bien más de 400 Harbour Defense Launch (HDML) se construyeron hace aproximadamente 80 años, pocos existen hoy en día.

Simon y Gemma Robins
Simon y Gemma RobinsShip happens / Youtube

Durante la Segunda Guerra Mundial, el barco se usó en la Operación Neptuno, la operación naval llevada a cabo por las fuerzas aliadas el Día D como complemento de la Operación Overlord. Fue reutilizado como un barco de envío rápido después de la guerra, antes de ser transferido a la agencia de aduanas del Reino Unido. En la década de 1970, el L1392 se transformó en un barco de alquiler y pasó a llamarse Sarinda. Después de pasar por varias transformaciones, incluida la conversión en un yate de motor de lujo, fue dado de baja en 2013.

Gemma y Simon, que dirigen juntos un negocio de construcción de autocaravanas, saben que arreglar la embarcación, que pesa 59 toneladas, les costará miles de libras y requerirá mucho tiempo. La pareja también es muy consciente de que hay muchas cosas que pueden salir mal al intentar restaurar un barco de esa antigüedad y magnitud.

 

Sin embargo, han decidido asumir el desafío que calculan les llevará una década, particularmente por las dificultades económicas. Los Robins, que tienen dos hijos, Mason, de 12 años, y Emilia, de nueve, no necesitan un barco de guerra así que no se plantean restaurar el barco a su origen. En cambio, esperan usarlo como casa de vacaciones algún día, pero enfatizan que no han hecho planes definitivos con respecto a su futuro a largo plazo. “Cuando lo compramos, queríamos preservar un pedazo de historia. Realmente no hemos pensado a largo plazo. Pero Simón quiere retirarse e ir a navegar por el Mediterráneo”, asegura Gemma.

La familia incluso ha creado un canal de YouTube llamado ‘Ship Happens’ en el que documentar sus avances.