Fuga

El español y la portuguesa atrapados en Países Bajos por la variante ómicron: “¡Esto es peor que una prisión!”

Carolina Pimenta y Andrés Sanz habían dado positivo y fueron detenidos el domingo a punto de despegar hacia España, después de permanecer en Ámsterdam tras su llegada desde Sudáfrica

Carolina es una investigadora bioquímica portuguesa y permanecía junto a Andrés en el hotel Ramada, a diez minutos en coche de la terminal de Ámsterdam
Carolina es una investigadora bioquímica portuguesa y permanecía junto a Andrés en el hotel Ramada, a diez minutos en coche de la terminal de ÁmsterdamJerome DelayAgencia AP

Carolina Pimenta y Andrés Sanz fueron detenidos el domingo por la noche en un avión que estaba a punto de despegar hacia España. Habían llegado al aeropuerto Schiphol de Ámsterdam en un vuelo desde Sudáfrica que llegó el viernes, justo cuando se empezaron a prohibir la entrada de vuelos procedentes de este país y otros seis del sur africano.

La medida entró en vigor justo cuando aterrizaron dos vuelos procedentes de Johannesburgo y Ciudad del Cabo, con un total de 624 pasajeros entre ambos. De estos, 61 dieron positivo en coronavirus, y una secuenciación adicional encontró que al menos catorce de los contagiados eran de la nueva variante ómicron. La portuguesa y el español eran algunas de los personas que dieron positivo e intentaron escapar del hotel donde cumplían cuarentena con los demás viajeros.

La pareja, un chico de 30 años y una chica de 28, habían adquirido dos billetes de avión para un vuelo que salía ayer domingo a última hora de la tarde hacia una ciudad española sin especificar, y habían logrado incluso embarcar, pasando todos los controles previos “aparentemente” con su pase covid que recoge que ambos están completamente vacunados.

Carolina es una investigadora bioquímica portuguesa y permanecía junto a Andrés en el hotel Ramada, a diez minutos en coche de la terminal. Ella estaba convencida de que era un falso positivo, por lo que pidió al personal de la autoridad sanitaria local que le hiciera otra prueba. Ella le dijo a la BBC que el personal de la autoridad de salud local, de servicio en una habitación cerca de la recepción del hotel, le había sugerido a su pareja que tomara prestada una bicicleta y que fuera en bicicleta al supermercado.

“Si yo fuera usted, iría”. Luego tomaron un taxi de regreso al aeropuerto y usaron pruebas de PCR negativas que tomaron antes de abordar su vuelo desde Sudáfrica para tomar un avión a España. “Es vergonzoso como holandés ver cómo han sido tratados”, dijo a la BBC Bart Maes, el abogado de la pareja.

Los Países Bajos impusieron un bloqueo parcial prolongado el fin de semana y es uno de varios países europeos que luchan por contener un número récord de infecciones por coronavirus. Ante la escasez de camas de cuidados intensivos, el gobierno ha impuesto un cierre a las 17:00 de bares, restaurantes y la mayoría de las tiendas.

“Anoche las aguas residuales se desbordaron en nuestro baño. Ahora nos dicen que tengo que esperar y hacer otra prueba de PCR mañana”, se quejó la Sra. Pimenta. “Esto es peor que una prisión”.

Ahora, tendrán que guardar la cuarentena en un hospital cerca de Schiphol, fuertemente protegido por las fuerzas de seguridad de Países Bajos para garantizar que los infectados cumplen con el aislamiento, según ha recogido el diario ‘NRC Handelsblad’.

Los viajeros procedentes de Sudáfrica deben guardar cuarentena en Países Bajos desde el viernes, pero la alcaldesa del municipio de Haarlemmermeer, Marianne Schuurmans-Wijdeven, bajo la autoridad de Schiphol, ha detallado que ese día aún no había base legal para aplicar la medida. Cuando la pareja salió del hotel, la seguridad del mismo les aconsejó que no se marcharan, pero no fueron detenidos.

Schuurmans-Wijdeven ha reconocido que la cuarentena obligatoria es una medida “muy estricta” porque significa privar a las personas de “su libertad”, pero ha defendido su imposición aduciendo que era una “irresponsabilidad” que la pareja quisiera viajar a España. “Estamos muy sorprendidos de que la gente no se esté tomando esto en serio”, ha lamentado en declaraciones a la televisión neerlandesa.

Dos vuelos procedentes de Sudáfrica aterrizaron en Países Bajos el viernes, con 624 personas a bordo. De ellos, 61 han dado positivo por COVID-19, 13 con la variante ómicron. Las autoridades del país europeo han advertido de que el número puede aumentar, dado que aún se analizan pruebas.