Aeronáutica
Así es el Su-47, el avión ruso de alas invertidas
Su diseño sirvió como modelo para posteriores trabajos, pues nunca se llegó a incorporar a la flota del Ejército
Su diseño sirvió como modelo para posteriores trabajos, pues nunca se llegó a incorporar a la flota del Ejército
En septiembre de 1997 tuvo lugar el primer vuelo del avión Sukhoi Su-47 Berkut, un caza ruso que cuenta con una particularidad singular: sus alas, al contrario que la de la mayoría de aeronaves, están invertidas. Lo que parecía ser una revolución aeronáutica se quedó en agua de borrajas: el prototipo fue utilizado como demostración tecnológica y la construcción de una segunda unidad fue cancelada. Ahora, sin embargo, el Salón Aeronáutico MAKS 2019 ha exhibido el ejemplar por primera vez en una exposición estática, lo que puede dar pistas de un futurible retorno.
La principal característica del aparato es la inversión de las alas; visto desde arriba, en vez de dibujar una imaginaria flecha que apunte hacia delante, con las alas naciendo del fuselaje hacia la parte inferior, este avión las coloca al revés, como si fuese una flecha que apunta hacia abajo. Ello produce un ángulo mayor de ataque a baja velocidad, algo que permite cambiar de dirección a la aeronave de manera rápida y precisa.
Sin embargo, ello también tiene consecuencias negativas; tal y como señala la Agencia de Investigación de Proyectos de Defensa Avanzada estadounidense, este mecanismo hace al avión disponer de un “aerodinamismo inestable”. Para hacerlo funcional, se pensó en controles vuelo por cable y materiales ligeros como fibra de carbono, algo que encarecía su producción y que no acababa de compensar. Al mismo tiempo, y por la estructura de su diseño, una pequeña avería en el ala implicaba su sustitución completa.
Sin embargo, su diseño le permite gozar de una serie de características que otras aeronaves no pueden. Así, por ejemplo, el ángulo de las alas implica un mayor ángulo de ataque, un mayor rango de ataque en velocidad subsónica y una mayor estabilidad en ángulos de ataque acusados. También el diseño permitía que los aterrizajes y los despegues fuesen más livianos, un mayor control del aparato en velocidades bajas y una mayor maniobrabilidad en general.
En cuanto a las especificaciones técnicas, el avión es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 2.700 kilómetros por hora y cuenta con una velocidad de ascenso de 233 metros por segundo. Mide 22 metros y 60 centímetros de largo, 6 metros y 30 centímetros de alto y cuenta con una envergadura (desde el extremo de un ala hasta el mismo extremo de la otra) de 15 metros y 16 centímetros. Permite un peso máximo al despegar de 35 toneladas; su peso sin carga es de 16 toneladas y 375 kilos, mientras que, con una carga normal, asciende a las 25 toneladas.
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