Irak

El Estado Islámico no puede con la ciudad histórica iraquí de Hatra

Los terroristas no pudieron tumbar las imponentes fortificaciones que en el siglo II frenaron a los romanos

Un miembro del grupo chií iraquí Hashd al-Shaabi monta guardia en Hatra
Un miembro del grupo chií iraquí Hashd al-Shaabi monta guardia en Hatralarazon

El grupo terrorista destruyó parte de sus monumentos, pero no pudo tumbar las imponentes fortificaciones que en el siglo II frenaron a los romanos.

La ciudad iraquí de Hatra, la más importante reliquia de la antigua civilización parta, ha sobrevivido al fanatismo del grupo terrorista Estado Islámico (EI), que destruyó parte de sus monumentos, pero no pudo tumbar las imponentes fortificaciones que en el siglo II frenaron a los romanos.

Los palacios aún humeantes, varios cadáveres carbonizados por los bombardeos y miles de morteros apilados en los patios son testigos de los combates en los que las fuerzas iraquíes recuperaron la ciudad el pasado 26 de abril.

En los patios de los palacios de la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el primer grupo de periodistas que ha entrado en el sitio arqueológico -entre los que se encuentra uno de Efe- pudo ver un reguero de estatuas destruidas.

La directora de Patrimonio en la provincia de Nínive, Laila Mahmud Saleh, dijo a Efe que la destrucción de la ciudad "no se compara con lo le ocurrió a los otros sitios arqueológicos"de Irak.

Los yihadistas robaron algunas piezas valiosas, destruyeron prácticamente todas las estatuas antiguas y dejaron los pedazos destrozados en los almacenes, lo que abre la posibilidad a que algunas sean restauradas, según la responsable.

No obstante, será necesario formar un comité para realizar un inventario de las antigüedades que han sido robadas y contabilizar los daños.

Poco preocupados con la arqueología, los yihadistas usaron los palacios para hacer una fábrica de coches bomba que han sido usados en la ciudad de Mosul, a 80 kilómetros al noreste y donde las fuerzas iraquíes llevan a cabo una gran ofensiva contra el EI.

Kasim Mosleh, comandante de una brigada de Multitud Popular, grupo de milicias que expulsó al EI de Hatra, también consideró que los daños fueron menores en la ciudad arqueológica.

"La muralla exterior fue dañada, los disparos del Dáesh (acrónimo en árabe del EI) dejaron hoyos en algunos edificios, dos salas grandes del antiguo palacio sufrieron incendios y la metralla de los bombardeos afectó la parte oeste de Hatra", relató.

Multitud Popular, un grupo de milicias progubernamentales lideradas por chiíes, lograron recuperar la ciudad en una ofensiva rápida que "sorprendió al enemigo".

El EI esperaba que la próxima fase de la ofensiva se concentraría en la comarca de Tel Afar, donde Multitud Popular hace operaciones hace dos meses; sin embargo, "el plan fue lo contrario de sus expectativas".

Las operaciones militares, denominadas "Mahoma, el profeta de Dios", se lanzaron el 25 de abril en Hatra y un día después las tropas ya habían recuperado la ciudad histórica.

A lo largo de tres años de ocupación, el EI ha destrozado por completo o parcialmente 67 sitios arqueológicos en Irak y también ha causado grandes daños en la ciudad grecorromana de Palmira, en Siria.

El pasado 7 de abril, el grupo terrorista difundió un vídeo en el que se ve a personas armadas usando rifles y martillos para despedazar las antigüedades en Hatra.

También arruinaron los restos de la ciudad asiria de Nimud, cerca de Mosul, y saquearon decenas de piezas del museo de esta última ciudad, que era el gran bastión del EI en Irak.

Hatra se cree que fue fundada a principios del Siglo II a. C y formaba parte del imperio parto, que se extendió en aquella época por el territorio del actual Irán y parte de Irak.

La localidad, conocida como Al Hader en árabe, estaba ubicada en una importante carretera que unía los ríos Tigris y Éufrates, por lo que era una escala en la ruta comercial entre la India y los mercados en Occidente.

Las investigaciones arqueológicas indican que el auge que vivió esta ciudad fue desde el Siglo I a.C. hasta mediados del Siglo III d. C.

Entonces adquirió una gran importancia porque en ella se establecieron varias tribus árabes, que erigieron templos, levantaron estatuas y enterraron sus muertos.

Entre otros hallazgos en las excavaciones iniciadas en 1951, se encontraron reglamentos y leyes de la época, tallados en piedra, entre ellos los castigos que se debían aplicar a los ladrones. Efe