Hélène Conway-Mouret: «España es un socio importante en la UE y en la lucha antiterrorista»

La ministra delegada para los Franceses en el Extranjero, Hélène Conway-Mouret, viajó el lunes a Madrid para transmitir a sus compatriotas en España un mensaje optimista sobre la situación económica. Para tal diagnóstico, Conway-Mouret se basa en los síntomas de recuperación que se advierten en Francia (subida de la producción indutrial un 1% entre marzo y mayo) y en el resto de Europa,

–El 14 de julio, Hollande dijo que la «recuperación ya está aquí». ¿En qué se basa? Fitch dejó el viernes sin triple A a Francia y el desempleo (10,9%) alcanza el nivel más alto en quince años.

–Se basa en los objetivos anuales de reducción del paro, especialmente el juvenil, y la estabilización del crecimiento porque el presidente ha hecho del crecimiento y el empleo sus objetivos principales, no sólo de Francia, sino a nivel europeo.

–El presidente también aludió a que la «sociedad francesa es la más pesimista de Europa y quizás del mundo»...

–Es completamente cierto. Se basa en los sondeos que demuestran que los franceses, por su carácter cultural, son los más pesimistas de Europa. En Grecia, Portugal o España, que han sido golpeados más duramente por la crisis, el fatalismo es inferior. Creo que es el carácter francés.

–¿Ese fatalismo explica la impopularidad del Gobierno y el presidente?

–La herencia no era favorable a una acción socialista y, por eso, ha sido necesario al principio del quinquenio reducir el paro y la deuda para entrar en una lógica más social. Una política de rigor que disgusta y genera miedo, pero es necesaria porque no hay elección para recupear la confianza de los mercado.

–Europa se arriesga a perder una generación por culpa del elevado paro juvenil. ¿Son suficientes los 6.000 millones puestos encima de la mesa por la UE?

–Esos millones serán insuficientes si no son acompañados de voluntad políticas y de medidas de crecimiento para favorecer el empleo juvenil. Se requieren medidas que relancen la competitividad, la industria y las exportaciones.

–En este sentido, ¿podemos esperar algún cambio tras las elecciones alemanas del 22 de septiembre?

–La señora Merkel ha evolucionado mucho en aras de favorecer el crecimiento europeo. Todos en Europa son hoy conscientes de que la solidaridad europea es muy importante porque la buena salud de la economía de España, Italia o Francia es tan importante como la de Alemania. La prioridad es una UE con economías fuertes para después encontrar un equilibrio entre el Este y el Oeste. Éste es uno de los temas de los que he hablado con la comunidad francesa en Madrid. La buena salud de la economía española es muy importante para la francesa.

–El último año, Francia ha estado más cerca de Italia y de España que de Alemania. ¿Acaso el eje París-Berlín ya no es suficiente para la UE-28?

–La voluntad de Hollande es que la relación franco-alemana funcione bien porque es muy importante para la UE. Pero no pensamos que Europa se pueda limitar sólo a Francia y Alemania. No pueden decidir los unos por los otros. Ha sido el presidente Hollande quien ha hablado de solidaridad con Grecia. En el momento más agudo de su crisis, fue Francia quien dijo que no se podía dejar caer a Grecia. Tenemos la voluntad de que Europa trabaje unida. Se puede compatibilizar la relación París-Berlín con que todos los países europeos trabajen solidariamente frente a las dificultades, porque sólo se conseguirá una economía fuerte con el reforzamiento de la Unión.

–Los últimos meses han aumentado las críticas en Alemania en cuanto a la velocidad de las reformas en Francia...

–Nuestro método para hacer las reformas no es la confrontación. En la tradición francesa, el Gobierno presenta las reformas que cree necesarias y reúne a los actores afectados para que sean aceptadas por la población.

–¿Tras el éxito antiterrorista en Mali, el Sahel sigue siendo peligroso para los franceses?

–Hemos reforzado la seguridad en el Sahel, pero también en otras zonas. Hoy [por el lunes] hablamos en la Embajada de la cooperación con España, que es un socio destacado en Mali y muy importante en Europa. No hay nadie que esté al abrigo de un acto terrorista y de la amenaza islamista, ni en España ni en el resto de Europa. Por eso, la intervención francesa ha sido determinante en Mali para evitar que el Estado cayera en manos de terroristas y de narcotraficantes, lo que hubiera sido una grave amenaza internacional.

–¿Qué preocupaciones le ha transmitido la comunidad francesa en España?

–Me han expresado su inquietud por la situación del país y se han mostrado dispuesto a trabajar por la recuperación española a través de las empresas francesas en las que ellos trabajan. Se han presentado como binacionales que comparten la cultura española y francesa.