Siria
«La explosión fue atronadora. Creíamos que la casa se nos caía»
Eran alrededor de las 9:00, hora local, cuando Nasser Ahmad Haida escuchó la primera explosión. Estaba revisando una instalación eléctrica en un establecimiento en la calle Al Safara, cerca de la embajada de Irán, y escuchó disparos seguidos por un fuerte estallido. «Salí corriendo a la calle para ver lo que pasaba. Había mucho humo y destrozos, y cuando iba a acercarme a socorrer a los heridos, el impacto de una segunda explosión, mucho más potente, me echó hacia atrás y resulté herido», explicó, aún con el miedo en el cuerpo, este electricista libanés.
A Haida le saltaron por encima trozos de metal que le causaron heridas leves en el pecho y la frente. «Fue terrible. Oía a la gente gritar mientras una espesa nube de humo cubría todo y trozos de cristales y cemento se derrumbaban contra el suelo», describió Haida. «Desde que empezó la guerra en Siria temía que la Embajada de Irán fuera a ser objetivo de un ataque terrorista», asintió el mismo. Mohamed estaba sacando el coche del garaje del edificio donde vive, apenas 500 metros del lugar de los atentados, cuando escuchó la primera explosión y minutos después otra más potente. «Subí a la portería y los cristales de la entrada estaban esparcidos por el suelo. Tuve miedo, mucho miedo por si les había pasado algo a mis hijos y a mi mujer, que estaban en casa», continuó el vecino de Jenah. «Gracias a Dios, la tragedia podría haber sido mayor si los terroristas no hubieran sido detenidos en el puesto de control y hubieran hecho estallar la carga explosiva en la embajada», exclamó Mohamed.
Ahmad yacía en su vivienda entre escombros y cristales rotos. Su mujer todavía no se había recuperado del susto que habían pasado. «La explosión fue atronadora. Creímos que la casa se nos caía encima», exclamó Ahmad. «Estaba claro que antes o después iba a ocurrir una desgracia», señaló con resentimiento. «Es un mensaje para Hizbulá e Irán por su participación en la guerra en Siria», insistió otro vecino, antes de agregar que el mes pasado el Ejército encontró un coche cargado de explosivos en el suburbio beirutí de Al Mamoura. «La vez anterior no pudieron cumplir sus objetivos. Pero esta vez, por desgracia, nos pilló desprevenidos a todos y ha ocurrido la tragedia», lamentó el vecino de Jenah, que sostiene que «a más derramamiento de sangre, más combatientes de Hizbulá se unirán a las tropas gubernamentales de Bachar al Asad para derrotar a los terroristas, financiados por Arabia Saudí».
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