Acoso sexual
La Olvido Hormigos americana
La congresista demócrata Katie Hill dimite tras ser víctima de una “pornovenganza”
La congresista demócrata Katie Hill dimite tras ser víctima de una “pornovenganza”
La renuncia de Katie Hill porla publicación de contenido íntimo en el que se observa cómo mantiene relaciones sexuales con una asistente de campaña ha provocado preguntas sobre si las mujeres están sometidas a normas más estrictas que los hombres en la esfera pública. Su dimisión llega después de que el domingo se publicaran fotos explícitas manteniendo relaciones sexuales con su asistente y un empleado del Congreso. Ella describe las fotos como una “pornovenganza” y promete luchar contra el problema para que mujeres y niñas no se alejen de la política. Este caso es similar a los que se viveron en España con Olvido Hormigos, ex concejala del PSOE, y con el caso de la empleada de IVECO.
Katie Hill, que era una estrella emergente dentro del partido, dijo que renunciaba a su cargo por miedo a las consecuencias del contenido publicado. Los escándalos sexuales no suponen por desgracia nada nuevo en la política americana mayormente protagonizados por hombres, algunos de los cuales se han sobrepuesto y han tenido exitosas carreras. Uno de ellos es el republicano por California Duncan Hunter, que se encuentra en la carrera por la reelección después de ser acusado de utilizar fondos de la campaña para financiarse aventuras románticas con ayudantes del Congreso. Hill negó otra alegación, en la que se decía que estaba teniendo un “affaire” con un asesor. La Casa Blanca ha abierto una investigación ética acerca de esta acusación.
La presidenta de la Cámara de los Representantes, Nancy Pelosi, estableció una norma en el Congreso el año pasado que prohibía las relaciones entre diputados y el resto del personal. Pelosi, quien había elegido a Hill para un codiciado puesto de liderazgo después de destituir a un republicano en el distrito suburbano de Los Ángeles, calificó su continuidad como “insostenible”. Esto ha sido criticado por miembros del Congreso que no entienden cómo los miembros de su partido apoyan su renuncia.
“Algunos de sus comportamientos, si los hubiera hecho un hombre, diríamos que serían erróneos e inapropiados. Pero ella es una mujer y está sometida a estándares diferentes”, lamenta Kelly Dittmar, académica del Centro para Mujeres y Políticas Americanas en la Universidad de Rutgers.
Hill reconoció la relación con su asistente y que ésta fue consentida, y culpa a su marido de la publicación del contenido. Ella y su pareja están en medio de un turbulento divorcio. “Katie está sufriendo un ataque por parte de un ex vengativo, un medio oportunista y una sociedad que está deseosa de ver cómo una mujer es derribada”, opina la abogada del movimiento MeToo Carrie Goldberg.
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