Elecciones en Francia
Los jóvenes de las dos Francias
LA RAZON entrevista a dos dirigentes de las juventudes de Le Pen y de Macron a 2 días de la elección. Dos perfiles que han basculador ideológicamente pero que han mantenido su compromiso político con Francia
LA RAZON entrevista a dos dirigentes de las juventudes de Le Pen y de Macron a 2 días de la elección. Dos perfiles que han basculador ideológicamente pero que han mantenido su compromiso político con Francia
Davy tiene 24 años y Mickael 26. Ambos tienen estudios superiores y pese a su juventud, no son novatos en política. Cada uno representa a dos Francias antagónicas, la de Le Pen y la de Macron, pero ambos comparten un objetivo común: atraer a los jóvenes franceses, el sector más desesperanzado con la clase política, hacia los dos candidatos que se disputan la presidencia del país. Los dos tienen trayectorias políticas de las que se pueden extrapolar ciertas conclusiones de cómo esas dos Francias han ido definiéndose en los últimos años. Davy ha basculado en el último lustro desde la izquierda radical hasta afiliarse a las juventudes de Le Pen, mientras que Mickael ha cambiado su carnet del "viejo"Partido Socialista por el del emergente movimiento "En Marche!". Dos caminos con intersecciones en el claro compromiso político desde la adolescencia y en la evolución ideológica que rompe los parámetros tradicionales. Ellos encarnan la cantera de las dos formaciones políticas que se disputan el Elíseo en una campaña donde las juventudes de ambos lados han desempeñado un papel muy activo, como uno de los epicentros de los estrategas de campaña.
En 2012, Davy Rodríguez admiraba a Hugo Chávez a quien calificaba en redes sociales como "representante de la resistencia a la opresión", publicaba artículos críticos con la derecha e incluso participó activamente en la campaña del izquierdista Jean-Luc Mélenchon. Cinco años después, este joven de 24 años con estética moderna, es adjunto a la dirección de las juventudes del Frente Nacional de Marine Le Pen. Al contrario de los arquetipos del partido ultraderechista, el viraje de Rodríguez se produjo en un ambiente intelectual, dentro de las aulas del prestigioso Instituto de Ciencias Políticas de París donde se diplomó y entró en contacto con otros militantes del FN. Es el grupo de jóvenes altamente preparados sobre el que el círculo de Marine Le Pen ha tejido parte de su estrategia de cambio de imagen respecto a la época de su padre. Rechaza la etiqueta de ultraderechista, que como buena parte de su formación, consideran un fruto de la insistencia mediática. "Nosotros somos republicanos a diferencia de la derecha radical, que rechaza el parlamentarismo. Defendemos la democracia y sus instituciones. Además nuestro programa económico y social se diferencia bien de la ultraderecha". Preguntado por si el duelo de este domingo es el de dos Francias, Rodríguez asume esta existencia. "Claro que existen. Nuestro electorado es más popular, eso se ve en cada mitin. Y en cambio, la Francia de Macron tiene más poder adquisitivo y vive esencialmente en núcleos urbanos. A nosotros nos preocupa la popular, la que más sufre las consecuencias de la globalización y la economía de mercado".
Mientras Rodríguez se implicaba con la extrema izquierda en aquella campaña que llevó a Hollande al Elíseo en 2012, Mickael Nogal era uno de los jóvenes socialistas que celebraban la victoria sobre Nicolas Sarkozy y la vuelta del partido de la rosa, tras un largo periplo por el desierto de 17 años desde que Mitterrand dejara el poder. En el caso de este diplomado en Relaciones Públicas, su transformación ha venido acompañada de la decepción tras un quinquenio que no ha respondido a sus expectativas. Por ello, se embarcó a principios del año pasado en las Juventudes de Macron, germen del que salió "En Marche!", incluso antes de que ex titular de Economía de Hollande lanzara el movimiento públicamente. Este joven de 26 años está convencido de que el candidato socioliberal cambiará "por completo la vida política francesa". "Ni los políticos, ni comentaristas ni observadores pensaban que un movimiento emergente como el nuestro pudiese ganar las elecciones, y ganamos la primera vuelta. Es un terremoto político". Nogal subraya la importancia de la ley para moralizar la vida política que propone el programa de Macron, tras una campaña cargada de escándalos que han afectado especialmente al candidato conservador, François Fillon. Al igual que con Rodríguez, LA RAZON pregunta a Nogal en qué se diferencia la Francia de Le Pen de la de Macron. Responde tajante con una frase: "El General de Gaulle decía que el patriota es él que ama a su país mientras que el nacionalista es el que odia a los demás".
El compromiso de estos dos militantes contrasta con una abstención que podría ser especialmente alta entre los jóvenes de entre 18 y 25 años el próximo domingo, incluso por encima del 50%, en un país acostumbrado a tasas de participación que superan el 80% en los comicios presidenciales. Para Rodríguez, la abstención no juega a favor de Le Pen, al contrario de lo que dicen los sondeos. “En las ciudades donde ganamos en las municipales como Hénin-Beaumont, la tasa de participación subió. El abstencionista suele estar harto del sistema, así que estaría más cerca de votar a Le Pen que de volver al puro sistema que es Macron. Nos perjudica”. Mientras, en las juventudes de En Marche! preocupa la calculada ambigüedad de la consigna de voto del líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, primera opción de los más jóvenes en la primera vuelta. “Mélenchon hizo del voto obligatorio un argumento de campaña para dirigirse a los jóvenes. Después de días de ambigüedad, ha afirmado que había que votar contra Le Pen. Entonces, sólo cabe el voto por Macron”, afirma Mickael. Sin embargo, esta posición sólo fue compartida por un 35% de los militantes de la izquierda radical en la consulta que a principios de semana realizaron. Los otros dos tercios se moverán entre el boto en blanco y la abstención.
Davy y Mickael tienen bien aprendido el inventario de recetas políticas de sus jefes y se esfuerzan en transmitirlas a los jóvenes en este sprint final de campaña con un lenguaje claro y contundente. Su visión de la Unión Europea en la que ambos nacieron es diametralmente opuesta. Para Davy es el problema, para Mickael, la solución. “Necesitamos un patriotismo económico que impulse la reindustrialización del país, ayudando a las clases más obreras que llevan años padeciendo las políticas de Bruselas", cuenta el joven militante del Frente Nacional. Lejos de esas recetas, Nogal resalta que más Europa es la solución: “queremos entre otras medidas favorecer las empresas europeas con un "Buy European Act", generalizar el programa Erasmus, reforzar la Europa de la defensa...y hacer del eje francoalemán el motor de un nuevo proyecto europeo compartido".
Preguntamos de forma cruzada cuáles son las mejores cualidades de Le Pen y Macron para dirigir a Francia a partir del domingo. Rodríguez subraya que la líder del FN "tiene posiciones firmes, no las cambia según el momento. No dice de repente que esté a favor de la UE o de la migración si nunca lo ha estado. Tiene esa honestidad con la gente". Para Nogal, Macron ha dado “un nuevo impulso a la sociedad francesa y quiere que sea lo más inclusiva posible. Francia, Europa, y el mundo, se enfrentan hoy a amenazas en la forma de fuerzas xenófobas y populistas que se oponen a los principios que hemos hecho nuestros”. El domingo, ambos estarán pendientes desde sus cuarteles de campaña de la respuesta de los jóvenes ante la decisión que marcará el futuro de Francia y de Europa.
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