Ángel Sastre
Maduro declara la guerra al biberón en Venezuela
El Gobierno venezolano quiere obligar a las madres venezolanas a dar teta a los niños. En el país no hay papel higiénico para limpiarse el trasero, faltan medicamentos y escasean alimentos como el pollo, se raciona hasta la gasolina y la violencia sigue en aumento, pero el Gobierno chavista parece que tiene otras preocupaciones.
Fiel a su naturaleza, ha decidido que el amor maternal es un asunto de Estado en Venezuela y esta prohibición pasará a estar legislada si la Asamblea Nacional aprueba la reforma de la Ley de Protección, Promoción y Apoyo de la Lactancia Materna, proyecto que empezará a discutir mañana.
Dicho texto busca prohibir el uso de biberones y teteros salvo casos excepcionales en los que la madre, por algún tipo de enfermedad, no pueda amamantar. La propuesta de la bancada del Partido Socialista Unido de Venezuela, del presidente Nicolás Maduro, que prevé imponer sanciones que van desde los 2.140 bolívares (505 euros) a los 321.000 bolívares (38.000 euros), ha levantado la controversia, ya que la oposición considera que no se puede promover la lactancia materna con políticas coercitivas.
La diputada Odalis Monzón, vicepresidenta de la comisión de Familia y promotora de la reforma, indicó que «de la misma manera» que se eliminó la publicidad del tabaco en los medios de comunicación, hay que evitar que se difunda publicidad que incentive el uso de fórmulas alimenticias y biberones para todos los recién nacidos venezolanos.
El proyecto de ley prevé la prohibición de «la promoción y publicidad de fórmulas lácteas adaptadas para niñas y niños, así como de teteros, tetinas y chupones y demás productos designados, en todos los medios de comunicación y demás medios publicitarios con accesibilidad en el territorio nacional».
La iniciativa contempla medidas como la prohibición de la entrega gratuita de este tipo de artículos y de muestras promocionales. Además, prevé la adaptación de la nueva Ley del Trabajo obligando a las empresas a que se dé tiempo y un lugar específico para que las madres con niños recién nacidos puedan alimentarlos.
Asimismo recoge también la «prohibición expresa de dar a las niñas y los niños lactantes menores de seis meses de edad, bebidas o alimentos distintos a la leche materna, salvo en caso de indicación médica especial» en los centros de salud. «Hay excepciones, porque hay mujeres que cuando están enfermas, o en casos excepcionales, que tienen que tener tetero», puntualizó Monzón. Sin embargo, la oficialista olvida que muchas mujeres no pueden dar pecho por problemas de desnutrición durante el embarazo. ¿Serán acusadas de criminales las madres sin leche en sus pechos?
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