Elecciones
El presidente de Portugal convoca elecciones anticipadas para el 18 de mayo
Rebelo de Sousa disuelve el Parlamento tras caer el Gobierno en una cuestión de confianza
Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de Portugal, disolvió ayer el Parlamento por tercera vez en solo tres años y convocó elecciones para el 18 de mayo en interés «de la estabilidad» del país. Una medida que justificó en un discurso a la nación porque él es «el primer interesado en la estabilidad».
Al presidente Rebelo de Sousa no le gustó la forma en que el conservador gestionó el proceso que llevó a la caída de su Ejecutivo, cuando obligó a toda la oposición a una cuestión de confianza, sabiendo de antemano que esta sería rechazada como consecuencia de la polémica relacionada con los honorarios recibidos, supuestamente, por el primer ministro a través de una empresa familiar.
El presidente Rebelo de Sousa lamentó el hecho de que fuera inevitable que el país vecino fuera a elecciones, ya que, por coherencia, el presidente quedó prisionero de lo que había decidido en los casos anteriores, cuando no asumió él mismo el ejecutivo, en un Gobierno de iniciativa presidencial; ni aceptó invitar a una figura consensuada del partido en el poder para sustituir al primer ministro saliente.
Así, el país está condenado a una campaña electoral que nadie desea: ni los partidos, debido a la imprevisibilidad de los resultados, ni el electorado, por la inestabilidad política y el cansancio de ser llamado repetidamente a las urnas. Ni mucho menos la economía del país, en inevitable retroceso.
Rebelo de Sousa está prisionero de la decisión tomada hace un año, cuando impidió que el antecesor de Luis Montenegro, el socialista Antonio Costa, cediera su cargo de primer ministro a su ministro de Finanzas, Mário Centeno. Ahora arrastra al país a elecciones de la manera que considera menos dolorosa: con rapidez. El presidente ya anticipó las posibles fechas para las elecciones, el 11 o el 18 de mayo.
Finalmente, la decisión se inclinó hacia el próximo 18 de mayo, después de consultar al consejo de Estado. En este sentido, Rebelo de Sousa fue sensible al país de las «F» –Fátima, fútbol y fado –, ya que la primera fecha coincide con la peregrinación anual de miles de portugueses, religiosos, al santuario de Fátima, que se celebra el 13 de mayo y el aniversario de la aparición de los pastorcillos. Asimismo, el fin de semana del 10 y 11 de mayo se decidirá la final del campeonato de fútbol nacional con un siempre espléndido Benfica-Sporting. Portugal intenta retomar la normalidad social y económica, tras la caída de un Gobierno que daba buenas señales de crecimiento del país con inversión pública, bajo desempleo y resolución de varios conflictos que afectaba a sectores como policía, bomberos, médicos o empleados judiciales.
Mientras tanto, los dos principales partidos cierran filas para la próxima contienda electoral en la que los líderes de los dos principales partidos –Montenegro, por el PSD, y Pedro Nuno Santos, del PS– están cuestionados internamente. No obstante, en el caso del actual primer ministro, pesa sobre él la fuerte posibilidad de que la polémica de la empresa familiar de la consultoría no desaparezca, sino que, por el contrario, crezca.
Además de las noticias que van surgiendo con nuevas revelaciones, se sabe ahora que la Fiscalía tiene abierta una investigación preventiva, tal y como anunció el fiscal general de la República. Esto puede significar la apertura de una investigación judicial en cualquier momento, por sospecha de delitos, lo que podría coincidir con la campaña electoral.
Por un lado, Montenegro ya ha dicho, en una entrevista con TVI, que no será una investigación la que frene sus ambiciones políticas porque se rige por la conciencia de que no cometió ningún delito, pero la situación está siendo fuertemente aprovechada por toda la oposición, desde la izquierda hasta la derecha más radical.
Montenegro aún tendrá la mayoría del partido con él, pero está surgiendo una oposición interna, cada vez más ruidosa, que pide su salida y considera que el mejor candidato del PSD sería el antiguo primer ministro, Pedro Passos Coelho, capaz de unir a toda la derecha y de aspirar a la ansiada mayoría absoluta.
Las terceras elecciones en tres años
Las últimas elecciones de Portugal tuvieron lugar después de la dimisión del primer ministro socialista Antonio Costa, tras ser acusado de unas irregularidades que nunca fueron probadas. Costa gobernaba con mayoría absoluta desde las elecciones anticipadas de enero de 2022, convocadas después de que el Ejecutivo del primer ministro socialista fuera incapaz de sacar adelante los presupuestos generales del Estado por diferencias con los partidos de izquierda. Por otro lado, se prevé que este otoño –todavía sin una fecha fijada– tengan lugar los comicios municipales, para los que los distintos partidos están ya presentando a sus candidatos a dirigir ciudades como Lisboa. En definitiva, los portugueses se juegan su futuro en las urnas.