Estados Unidos
¿Pueden expulsarle los republicanos?
El «establishment» estudia medidas «in extremis» para enterrar a su candidato
El «establishment» estudia medidas «in extremis» para enterrar a su candidato
«Hasta aquí hemos llegado», ha saltado la maquinaria del Partido Republicano. La madrugada del viernes, los miembros del Comité Nacional se reunieron de urgencia para abordar la difícil situación en la que se encuentran. La formación está resquebrajada, incluso hay gobernadores, congresistas y senadores que, o bien ya han dicho que no votarán por Trump, o incluso que lo harán por Clinton. No pueden tolerar la actitud del magnate, pero sus estatutos, en principio, no les permitirían expulsarle tras haber sido nombrado formalmente en la convención del partido de julio. Entonces, ¿qué vías tienen para salir de este callejón sin salida? ¿Se guarda el «establishment» un as bajo la manga para fulminar al polémico candidato? «No es algo plausible, pero sí probable», dijo uno de sus miembros a la CNN en condición de anonimato.
Defunción o enfermedad
El artículo 9 de los estatutos del Partido Republicano es cristalino: «El Comité Nacional Republicano (CNR) podrá rellenar las vacantes de cargos en caso de muerte, renuncia y otras causas del candidato». La salud de Trump, según el magnate, es de hierro y le sobra «estamina» para ocupar la Presidencia. Ésta es una vía muerta.
Dimisión voluntaria
Tras hacerse públicos los comentarios machistas de Trump, hubo una fuerte presión del «establishment» a través de llamadas telefónicas para que el multimillonario accediera a una dimisión voluntaria. Él contraatacó. «Al 100% seguiré en la carrera presidencial». Esta es otra vía muerta.
Otras causas
Aquí es donde comienza el juego. En los estatutos no se precisa con claridad cuáles son esas «otras causas» que podrían conducir a la sustitución del candidato. Algunos republicanos aseguran que es motivo más que suficiente el hecho de que el nominado vaya en contra de los principios del partido. La misoginia de Trump podría encajar. De producirse su caída, es la primera vez en la historia de EE UU que un candidato es apartado por el partido. Sólo en 1972 ocurrió algo similar con el candidato a vicepresidente Thomas Eagleton, que fue obligado a dimitir tras conocerse su historial depresivo.
Nuevos estatutos
Los republicanos más beligerantes apuestan por reescribir los estatutos del partido, especialmente el número 9, para que las causas por las que un candidato pueda ser depuesto sean más amplias. En caso de producirse, el nuevo candidato podría salir o bien de una nueva convención en la que los 2.472 delegados votaran de nuevo, algo imposible a un mes de las elecciones, o bien que los 160 miembros del comité (que representan a todos los Estados) fueran los responsables de la selección del nuevo aspirante. Esto provocaría un fuerte rechazo entre la base de votantes que verían adulterado su voto.
Voto ya emitido
Miles de personas ya han depositado su voto pese a que las elecciones serán el 8 de noviembre. De hecho, en 37 de los 50 estados está permitido el voto anticipado, que en 2012 alcanzó el 35% de los sufragios, y se prevé que este año alcance el 40%. Por este motivo, el hecho de que miles de estadounidenses ya hayan depositado su papeleta por Trump obligaría a declarar nulos todos los votos hasta ahora emitidos. «Sería un absoluto caos», reconocen en las filas republicanas.
Partido sin candidato
Aunque improbable, el partido podría desmarcarse de su propio candidato y no proponer ningún aspirante, obligando a Trump a ir por libre.
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