Un necesario alto el fuego

El obstáculo interno para una resolución rápida del conflicto es que Putin no tiene el control total sobre las acciones de los separatistas en Donetsk y Lugansk. Su habilidad para frenarles está sumamente exagerada en Occidente. Al mismo tiempo, hay diversos batallones del Ejército ucraniano, en su mayoría compuestos por representantes del grupo extremista de derechas Pravy Sector, que no están preparados para deponer las armas incluso si Poroshenko declarara un alto el fuego. El compromiso es necesario para poder alcanzar una tregua, pero en mi opinión requerirá que Poroshenko demuestre que puede controlar a su Ejército y puede iniciar un alto el fuego no sobre la base de un ultimátum, sino en las negociaciones con los separatistas. Creo enormemente que si fuera capaz y quisiera dar ese paso, Putin haría todo lo que estuviera en su poder para influenciar a los separatistas de una manera positiva.

En cuanto a las «líneas rojas», en mi opinión ya se han cruzado todas en este horrible conflicto. La única manera razonable de salir de la crisis es inmediatamente parar los combates y comenzar negociaciones de carácter político. ¿Cuánta mayor destrucción y muertes puede soportar esa parte de Ucrania?

Las sanciones sí tienen un efecto negativo en la economía rusa y el liderazgo ruso lo admite. Aun así, también asumen la postura de que la consecuencia principal de las sanciones debería ser un incentivo creciente a reorientar los mercados y ser más independientes al desarrollar una producción agrícola, industrial y militar rusa como se comparte en esas esferas que ya han sufrido por las sanciones. Los empresarios que están descontentos con la políticas de Putin están sacando su dinero fuera de Rusia, pero los de mayor influencia han cerrado filas y le están reorientando hacia los negocios con los BRICS.

* Directora del programa de Estudios rusos del Inst. Internacional de Monterrey