Europa

Ataque yihadista en Francia

Un nido de terroristas a 6 km de la sede de la UE

El primer ministro belga reconoce que el Estado ha perdido el control del barrio de Molenbeek.

Una calle del barrio belga de Molenbeek, donde han vivido los autores de varios atentados en Francia y Bélgica.
Una calle del barrio belga de Molenbeek, donde han vivido los autores de varios atentados en Francia y Bélgica.larazon

El primer ministro belga reconoce que el Estado ha perdido el control del barrio de Molenbeek.

Bélgica se sitúa a la cabeza de países con mayor concentración de yihadistas de toda Europa. Tras el arresto de al menos siete personas en Molenbeek en relación con los atentados de París, toda Europa mira a Bruselas, donde se encuentra un hervidero de radicales, en una de las comunas sobre las que la Policía reconoce no tener control. El primer ministro belga, Charles Michel, aseguraba ayer que en Molenbeek «hay un problema gigantesco». A pesar de que el Ejecutivo lleva tiempo trabajando para evitar la radicalización en la comuna, pero la permisividad y la falta de represiónprovocan que siga siendo un gueto de donde han salido los autores de los últimos atentados en Europa.

Primero, fue el autor del atentado contra el Museo Judío en Bruselas en mayo de 2014, Mehdi Nemmouche, que residía en Molenbeek. Después, Ayoub El Khazzani, autor de la tentativa de atentado contra un tren de Thalys en agosto. Y la comuna vuelve a salir a la luz pública tras los atentados de París la noche del viernes y después de la gran operación policial tras los atentados contra «Charlie Hebdo», con la que se evitaron atentados inminentes en Bélgica y que se saldó con dos muertos y quince detenidos.

Según los servicios secretos belgas, cerca de 500 yihadistas se han identificado en el país, de los cuales 272 están en Siria o Irak y 134 habrían vuelto. Del total de radicales, apenas un 10% tiene alguna relación con la organización Sharia4Belgium, considerada como un grupo terrorista por un tribunal de Amberes y cuyos dirigentes, Fouad Belkacem, Houssien E. y Mohamed E.Y., fueron condenados a prisión. Belkacem era conocido por la Justicia belga por robos, pero reclutaba en plena calle y nunca viajó a Siria.

El reclutamiento de occidentales por el Estado Islámico está alcanzando unos límites que atemorizan a Europa. Se cuentan por miles los ciudadanos que vivían, en mejores o peores condiciones, en un país europeo y que decidieron cambiar su día a día por la radicalización de la yihad y la lucha en las filas de uno de los grupos terroristas más sanguinarios. Las agencias de seguridad europeas temen que los yihadistas vuelvan a sus países natales a perpetrar atentados contra objetivos locales.

Combatir esta forma de reclutamiento se hace cada vez más complicado. En la UE, se coordinan los servicios de inteligencia a través de Europol, a pesar de que la lucha contra el terrorismo forma parte de la competencia de cada Estado. Un caso tan extremo como la amenaza del yihadismo hace que se convierta en prioritario jugar en un nivel europeo. Los expertos reconocen la necesidad de que este tipo de terroristas estén separados en las cárceles, de forma que se pueda evitar la expansión de la radicalización en las prisiones y contar con la comunidad musulmana para poder desmontar el mensaje radical del yihadismo. La labor de los imanes es clave en la lucha contra este tipo de fundamentalismos, pero algunos analistas advierten de que las mezquitas están quedando atrás en el adoctrinamiento y se está abriendo paso a otra forma de trasladar el mensaje a través de Internet.