Arte, Cultura y Espectáculos
El artículo de Carmen Lomana: Argentina, tan lejos y tan cerca
Parece inconcebible que personas que pretenden dedicarse a la política revelen una vez más, y me refiero a Podemos, ese talante maleducado en el Parlamento al recibir al presidente de Argentina pidiéndole cuentas sobre derechos humanos que jamás pedirían a Cuba o Venezuela. A este equipo de reaccionarios parece que sólo le resulten respetables las dictaduras de izquierda, todo lo demás es digno de desprecio y negación de su aplauso. ¿Es que estos nuevos visionarios no conocen cómo Argentina abrió sus brazos a España cuando más lo necesitaba, acogiendo a miles de exilados después de la Guerra Civil y antes a una enorme emigración que huía de la precariedad de nuestro país? ¿Desconocen que también tendió su mano para paliar, al menos en parte, una tremenda hambruna en los años 40, regalándonos barcos llenos de trigo y carne?
También podríamos recordar, en una época en que España estaba completamente aislada, la llegada de Eva Perón, que en ese momento era un ídolo de masas. Llegó a Madrid haciendo escala en su periplo por la vieja Europa. Dicen que Franco quedó impresionado por su carisma, belleza y fortaleza. Ella no tanto por el pequeño general español, ya que rápidamente percibió que no era amigo de aquellos descamisados a los que ella amaba. Fue una tremenda contradicción escucharla en su discurso, diciendo: «Queridos descamisados de España, tenemos que evitar que haya tantos ricos y tantos pobres», mientras se encargaba en Dior unos ajuares de vestidos y pieles impresionantes. Y para qué hablar de cómo arrasó las joyerías de París, especialmente Cartier. A pesar de este pequeño desencuentro con Franco, nunca debemos olvidar el enorme apoyo argentino, exceptuando el momento Kirchner. Y no sólo de Argentina, sino de toda América Latina, con quienes tendremos siempre una deuda histórica y enorme agradecimiento.
Esta semana hubo una acumulación de veredictos, querellas, resoluciones y providencias que ya se han incorporado a nuestras conversaciones de sobremesa, oficinas, bares y redes sociales, donde se discute la libertad provisional de Urdangarín; nos ha dejado perplejos al enterarnos que ni fianza ni retirada de pasaporte, volviendo a su exilio dorado en Ginebra pagado por todos nosotros, al menos en lo concerniente a su seguridad. Mientras, a su socio de fechorías le han quitado el pasaporte y no puede salir del país. ¿Y eso por qué?, nos preguntamos. Es un agravio comparativo no sólo con Torres, sino con todos los españoles. Es un tema tan indignante que la gente deja de creer en la justicia, que es uno de los pilares de la democracia, y eso da fuelle a los extremistas. En todo el galimatías, para que nos quedemos contentos, el mismo día de esta resolución sale la sentencia para Blesa y Rato, uno por idear el tema de las tarjetas opacas y el otro por perpetuar.
Un acontecimiento mucho más gratificante y cultural es la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCO), este año con Argentina como país invitado. Estuve el día de la inauguración con nuestros Reyes, Macri y su bella mujer, Juliana. He de reconocer que ambas parejas son estupendas. Fue un gustazo ver a nuestra Reina y a la señora de Macri competir en elegancia y belleza. Se notaba entre ellas una gran complicidad y simpatía. Me dejó impresionada la transparente y perfecta piel de Doña Letizia. Valoré muchísimo que por fin entienda que hay momentos en los que tiene que lucir las «joyas de la Corona», como hizo la noche de la cena de gala. Estaba elegantísima y regia con la tiara de la Reina Victoria Eugenia y brazaletes de diamantes sobre un impecable vestido negro. Así me gusta verla representando a España.
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