Más chauvinismo, por favor

Hay semanas en que cuando empiezo a escribir mi cabeza tiene tal cantidad de información que me quedo en blanco y no sé por donde empezar. ¿Por la convocatoria a nuevas elecciones?, ¿el fútbol?, ¿el tenis?, ¿los 3.000 chinos que desembarcan en Madrid cual crucero y a los que Colau quiere cobrar por atracar en Barcelona en vez de ponerles la alfombra roja? Aquí somos mucho más generosos y estamos encantados con la idea que ha tenido Li Jinyuan, uno de los hombres más ricos de China, de premiar a sus empleados pagándoles un millonario viaje por España. Nuestra alcaldesa Manuela Carmena ha sido la primera en recibirles. El mayor activo que tenemos en nuestro país, y que ni en las peores crisis nos falla, es el turismo. Deberíamos tener la mejor imagen corporativa marca España. Los taxis más limpios, incluidos los taxistas. El personal de servicio más amable y sonriente, de forma que todos los que nos visitan se vayan con ganas de volver y hablen maravillas del país. Tenemos todo para que así sea: una oferta cultural de museos y monumentos y paisajes variados. A veces ni lo valoramos. Nunca he entendido por qué tenemos la autoestima tan baja como nación, ¿por qué no somos más chauvinistas? He llegado a la conclusión de que la culpa la tienen los pésimos gobernantes que nos han representado, especialmente desde la invasión napoleónica en la que toda la familia de Carlos IV fue trasladada a Francia, humillándonos y dejándonos en manos de los franceses.

Sentimos vergüenza del espectáculo que hemos presenciado con unos representantes incapaces de llegar a un acuerdo por el bien común. Cicerón dijo: «No hay peste que cause más estragos que la rivalidad de los que aspiran a los mismos cargos y el odio entre ellos». Pareciera visionario de lo que nos está tocando vivir. Que cada español se pregunte cuánto nos van a costar estas elecciones y si deberíamos aguantarlo. Y, sobre todo, que el resultado no va a cambiar demasiado el panorama actual. Les suspendería el sueldo hasta que se pongan de acuerdo.

El domingo estuve en Toro, que este año celebra las Edades del Hombre. Me invitaron a un fantástico recital ofrecido por Ainhoa Arteta y el barítono Luis Santana. Me encontré a Paloma Gómez Borrero y a Cristina Almeida, con las que es un placer hablar por lo amenas y divertidas. De Toro me enamora su colegiata románica con un pórtico policromado de lo más bello. Está emplazada en la zona amurallada, con fantásticas vistas al río Duero y su vega. Les recomiendo no perderse su extraordinaria gastronomía. Ahí nació Juan II de Castilla, padre de Isabel la Católica.

Al día siguiente viajé a Madrid disfrutando de la paz de Castilla, con el campo florecido en tonalidades infinitas de verdes y amarillos. No quería perderme la celebración del día de nuestra comunidad y dar un abrazo a nuestra presidenta Cristina Cifuentes, de la que me siento orgullosa. Me hice una foto que me produjo especial ilusión con la Brigada Paracaidista. El cuerpo de choque brindó una exhibición acrobática en la que había varias mujeres jóvenes y valientes. Por la tarde en Las Ventas, corrida goyesca. Terminé el día en una tertulia política en El Cascabel de 13tv. Fue una celebración intensa en la que, como madrileña de adopción, disfruté recordando el día en que un grupo de patriotas, capitaneados por Daoíz y Velarde, fueron fusilados por los franceses. Empezó entonces la Guerra de la Independencia, una de las pocas veces que nos hemos unido contra el invasor en vez de matarnos entre nosotros. El fin de semana me dedicaré al Master de Tenis, otra de las citas que no hay que perderse, y así continuaremos este mes lleno de actos lúdicos y culturales. Madrid les espera...