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Naranjas de otoño

La próxima temporada llega cargada de enérgicos y vibrantes colores y, entre ellos, un protagonista: el naranja. Sus mil y un matices nos darán la clave de la tendencia más estimulante de 2015

Naranjas de otoño
Naranjas de otoñolarazon

Que no cunda el pánico porque aún queda mucho verano por delante pero, aviso a navegantes, el color naranja será uno de los reyes del próximo otoño. Las pasarelas internacionales lo sacan a la calle cargado de maravillosos y audaces matices, así que, para llamarlo con propiedad, ya debemos tomar nota de los evocadores calificativos que lo definirán a partir de ahora. Nos quedamos con el fuego de dragón, el mandarina, el mango mojito, el polvo de marte, el óxido y, por supuesto, con el naranja Hermès, color que bien vale una anécdota. Cuenta la «maison» francesa que el nacimiento del tono de las cajas naranja más famosas del mundo fue fortuito y fruto de un problema de abastecimiento en plena Segunda Guerra Mundial. Antes del conflicto, las bolsas y cajas de Hermès se hacían en un tono beis inspirado en su exquisita piel natural, pero debido a la escasez de materiales tuvieron que conformarse con un papel anaranjado que, azares del destino, se convirtió allá por los 50 en el icónico color que hoy les hace célebres.

Pero el naranja, ¿favorece o no favorece? Lo cierto es que lucirlo no es, a priori, sencillo, pero bien combinado resulta enérgico y hasta elegante. Sólo hay que fijarse en las tres pelirrojas por excelencia de Hollywood –Jessica Chastain, Julianne Moore y Emma Stone– para comprender que no existe nada más seductor que una encendida cabellera. De hecho, en las tendencias de peluquería para la temporada que viene encontramos este tono entre uno de los grandes triunfadores. Bea Matallana, directora de peluquería de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, asegura que «este invierno la melena pelirroja continúa vigente y se lleva de dos maneras: por un lado, en largo “midi”, a la altura de los hombros en plan Gilda, y, por otro, más rompedor, con flequillo y capeados audaces». Las más atrevidas, seguro, desearán probarlo, mientras que las demás nos limitaremos a imprimirlo en todo tipo de prendas y complementos.

CÓMO LLEVARLO

En «look» total lo proponen firmas como Kenzo, que se decanta por el tono pomelo o Céline, que prefiere el «tangerine» para teñir sus vestidos de cortes asimétricos. Por otro lado, el naranja es el mejor antídoto contra los sobrios grises. Sirvan como ejemplo las magistrales mezclas que el director creativo de Loewe, Jonathan William Anderson, ha hecho con prendas de PVC en naranja mezcladas con falda plisada en brillante plata. Combinado con el eterno negro, lo veremos en la propuesta de Louis Vuitton y más setentero, es decir, mezclado con tierras, en la colección de Bottega Veneta.

Las tendencias en decoración también apuntan a este color para dar un toque de eclecticismo a nuestras casas. Para los sibaritas, una pieza de coleccionismo es la «Orange Slice Chair», diseñada por el francés Pierre Paulin en 1960, o la cómoda Luis XVI, realizada con paneles de Coromandel (siglo XVII) con escenas chinescas, sin duda, otra de las tendencias a tener en cuenta para estar a la última. Y para terminar, un apunte de belleza con la vitamina C como acidulada protagonista. La firma de cosmética de Barcelona, Natura Bissé, pionera en la utilización de este componente para sus efectivos productos, nos propone tratar nuestra piel con aceites esenciales cítricos con alto poder tonificante, descongestivo y revitalizante. Bebamos pues del zumo más rico del momento en cualquiera de sus formas, porque el Instituto Pantone, organismo internacional del color, está a punto de dictar sentencia.