«Cinderella man» y Lady Gaga

Un chip español mide el viento de Marte y un diseñador de Tomares (Sevilla) y su madre crean muñecas a escala de Lady Gaga. A Stefani Joanne Angelina Germanotta, Lady Gaga para el papel cuché, según sus propias declaraciones, no le gustaban las Barbies... hasta que vio las muñecas que un joven sevillano y su madre costurera confeccionan a partir de los llamativos modelos de la cantante de Manhattan.

Un hombre en reposo tiene unas 60 pulsaciones por minuto. Al límite, 201. Con esta cadencia latía Alfonso Herrero cuando Lady Gaga lo invitó a su camerino y se ofreció a llevarlo a una de sus próximas actuaciones en Europa para poder conocer a Benita Gómez, su madre, y las manos que dan formas a los diseños que el joven creador confecciona partiendo de los modelos de una de las mayores estrellas del universo pop. Lady Gaga, a la izquierda. Junto a Madonna y Michael Jackson. En el Olimpo (del Pop).

Benita Gómez, «tranquila», se mantuvo sobre las 60 pulsaciones y disfrutó de esa extraña química que en ocasiones se establece entre las mujeres independientemente de no entender «ni papa» de español una ni de inglés otra. Apenas hizo falta intérprete para que conectaran a la perfección, en el camerino y, después, en el escenario de Oslo (Noruega). Y su hijo, Alfonso Herrero, como la canción de Lady Gaga. «Poker face» en un historia con tintes de Cenicienta de siglo XXI.

«Cinderella man» hace Barbies de artista global. Las cosas de la globalización y el azar llevaron a Alfonso Herrero a convertirse en una celebridad entre los millones de fans de Lady Gaga. Alfonso, 25 años, nacido en Sevilla, residía en Madrid y ahora en San Sebastián. Trabaja para una línea de moda. Conoció a Lady Gaga en Amsterdam (Holanda). Cuando se puso a crear muñecas de moda inspiradas en la camaleónica artista, alcanzó notoriedad a través de la red LittleMonsters, lo que le llevó a conocer a la mismísima Gaga y Tara Savelo, maquilladora y asistente personal, la particular Juanito el Golosina de la artista. También llevó a Benita Gómez, con él, a subir al escenario de Oslo. La historia con Lady Gaga se remonta a hace tres años. Alfonso la seguía desde que comenzó con «The Fame». Su tesina final de carrera, con la que se licenció con matrícula de honor, analizaba la incorporación de marcas y firmas en su vídeos musicales, en cómo convirtió la publicidad en entretenimiento. La tutora le dijo que hiciera algo «creíble», con «método». «Darle seriedad a Lady Gaga no es fácil», explica Alfonso. La investigación se centró en los vídeos «Poker Face», «Bad Romance» y «Telephone», analizando pormenorizadamente el «product placement» desde una evolución cronológica. Alfonso Herrero comenzó a coleccionar todo lo relacionado con Lady Gaga: singles, cedés, vinilos, ediciones especiales, ediciones de otros países, cómics, libros, biografías, pósters, promociones, revistas, periódicos, publicaciones extranjeras, camisetas, merchandising.

Una marca, una industria

El diseñador destaca «la inteligencia» de Lady Gaga, capaz de hacerse un hueco entre las estrellas del pop en plena recesión económica. «Ha creado una marca y sabe venderla. Hace cinco años, cantaba y ponía copas en garitos». Llegó, se mantiene y se abre mercado en otras industrias, como la de los perfumes. Se creó una empresa basada en ella misma con el doble mérito de que «si ella quiere, ni se la reconoce por la calle». El arte del disfraz.

La primera «Gaga's Barbie» se la regaló Benita en las navidades de 2010, para que la añadiera a su colección sobre la artista. Benita Gómez ideó algo «único», que nadie más pudiera tener. Una réplica exacta de Lady Gaga. «Para mí tuvo muchísimo valor sentimental porque era algo hecho totalmente por mi madre y aunque otros fans también las pudieran hacer, no sería aquella creada por mi madre». Desde entonces, Benita y Alfonso han confeccionado una colección que ya supera la 50 muñecas hechas a mano con materiales customizados e inspiradas en momentos y apariciones de Lady Gaga. Benita y Alfonso confeccionan telas idénticas, pelucas, pestañas, uñas y complementos en una labor de relojero. El diseñador sevillano fue a Amsterdam, en septiembre de 2012, al concierto, y los fans lo reconocían en la cola, al punto de acabar en el camerino de Lady Gaga. La artista se interesó en cómo hacía las muñecas, conocer el método con precisión y exactitud. Lady Gaga le emplazó a verse de nuevo en cuanto fuera posible y regresara a Europa. Esta vez, con Benita. Le tomó los datos y mostró interés en que sean ellos quienes saquen al mercado una línea de muñecas con su imagen. Alfonso Herrero retrata una Lady Gaga amable, cercana, pendiente de todo a pesar de tener «200 personas alrededor». Por incompatibilidad de fechas, no acudieron al concierto de Barcelona pero Alfonso y Benita sí se plantaron en diciembre en Oslo, invitados por la cantante. Allí le entregó la «Gaga's Barbie» que abre el cartel del BTW Ball Tour y, aunque al principio rehusó aceptarla por el valor sentimental de la muñeca, finalmente la aceptó «muy ilusionada». Ya tiene cinco. «Quiero que seáis vosotros quienes hagáis este proyecto», les dijo. En tanto se concreta, los millones de fans de Lady Gaga le han llegado a ofrecer 2.000 dólares «por la más sencilla» de las muñecas. Alfonso no vende. «Es algo único que hago yo y mi madre» y «eso no tiene precio».