La Junta solventará por decreto-ley la transición en la RTVA tras Carrasco

La consejera de la Presidencia, Susana Díaz, defendió ayer que la Radio Televisión de Andalucía (RTVA) «mantiene la estabilidad», pese a la sorpresiva marcha de su director general, Pablo Carrasco. Pero su retirada, un año y medio antes de lo previsto, ha abierto la caja de Pandora.

El hecho de que PSOE e IU no puedan reeditar el nombramiento del propio Carrasco en noviembre de 2008 obliga al entendimiento con el PP o a cambiar la Ley 18/2007 de la RTVA. Entonces la designación fue posible gracias a la suma de los escaños de los actuales socios en la Junta y a que la norma fija que «en la primera elección» parlamentaria del director bastaría la mayoría absoluta si no había acuerdo –obtuvo 62 votos de 109–. Ahora las negociaciones a tres bandas, e incluso a dos, se prevén difíciles.

De hecho, fuentes de IULV-CA consultadas por LA RAZÓN abogan por un cambio legislativo «si el PP se empeña en bloquear la situación o en vetar candidatos». Su representante en el Consejo de Administración de la RTVA, Juan de Dios Villanueva, instó a su formación y a los socialistas a iniciar «cuanto antes» las «conversaciones» para que el ente público «pase a formar parte del acuerdo de gobierno» que soporta el Ejecutivo de coalición y, «a medio plazo», llegar a «la reforma de la actual Ley de la RTVA». Tampoco tolerará un «chantaje» por parte de los populares en este asunto.

En ese sentido, el líder de IULV-CA y vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, preguntado por ese aún irreal bloqueo y por la reforma de la ley, contestó: «Ni confirmo ni descarto nada». Es más, matizó que «las provisionalidades e interinidades no son buenas en ningún sitio» e instó a designar al sustituto de Carrasco antes del 31 de marzo, que finaliza el plazo para negociar un nuevo convenio colectivo en la empresa que evite aplicar la reforma laboral. Pese a los mensajes contradictorios de IU –su portavoz parlamentario, José Antonio Castro, afirmó que no están por la reforma de la ley–, la voz de su aliado en el Ejecutivo sí fue contundente. Díaz apremió a los grupos en la Cámara regional a «encontrar un acuerdo lo antes posible que facilite la renovación de la dirección del ente». Mientras, «en la próxima sesión del Consejo de Gobierno –anunció– se aprobará un decreto ley que garantice esa transitoriedad y regule esa vacante que en estos momentos no está contemplada en el seno de la ley –no prevé el escenario de dimisión del director general–».

Según la consejera, el decreto permitirá «la delegación de las competencias en el Consejo de Administración» para que éste «faculte a los distintos órganos directivos» con el fin de que «el trabajo se pueda desarrollar con absoluta normalidad» en la entidad pública autonómica. La titular de Presidencia dejó claro que no contempla «la modificación» de la que considera una «buena ley». «Espero –deslizó– que nadie esté jugando con un elemento que es diferenciador y que ha mantenido un compromiso con la transparencia en un momento donde ésta forma parte del debate». Al margen del lanzamiento de guantes político, el presidente del Consejo de Administración de la RTVA, José Moratalla, convocó para mañana una reunión extraordinaria en la que tratar la propuesta realizada por Carrasco tras presentar una dimisión que se hará efectiva el día 20. Planteó la creación del puesto de director de Canal Sur Televisión, el ente que maneja un presupuesto mayor, y a la vez subdirector de RTVA, «con la finalidad de coordinar la actividad del resto de direcciones que pertenecen al Comité de Dirección». El directivo saliente someterá además a la consideración del Consejo dos nombramientos: que el actual director de Canal Sur Radio, Joaquín Durán, pase a serlo de Canal Sur Televisión –más la Subdirección de la RTVA–; y su sustitución por Inés Alba, actual jefa de Contenidos de Actualidad e Informativos de la radio. Como antesala, Villanueva advirtió de que Carrasco, «en el momento en el que dimite, ya no tiene legitimidad alguna para hacer ninguna propuesta de relevo o sucesión».

Fuentes populares, por su parte, insistieron en que están «abiertos al dialogo» y señalaron que «un acuerdo PP-PSOE posibilitaría que hubiera en breve un nuevo director general», ante las «incoherencias» de IU. Continuará.