Medio año de retraso en la bajada de los 800.000 parados

Hace justo un año, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, avanzaba que el reto del Gobierno andaluz era que el paro descendiese de los 800.000 parados antes de que terminase 2017. El objetivo se ha cumplido en junio de 2018, con seis meses de retraso y la sensación de que la comunidad está dejando escapar la oportunidad de rebajar la brecha interterritorial. Así, en un mes muy propicio para Andalucía como junio, hasta quince comunidades redujeron en mayor medida la tasa de paro. Sólo La Rioja creó menos puestos de trabajo en términos relativos y Ceuta y Melilla, que los destruyeron.

El número de parados registrados en las oficinas del INEM descendió en 10.493 personas, lo que supone una bajada del 1,31% respecto a mayo, para situar la cifra en 789.827 desempleados. En lo que va de año, el paro ha bajado en 28.936 personas, un 3,53% respecto a junio de 2017. El desempleo baja en el sector servicios (10.255), la construcción (1.853) y la industria (1.456). Y como novedad, 2.832 personas encontraron su primer trabajo en junio. Por contra, la agricultura dejó 5.903 parados, algo que se ha notado especialmente en Huelva y Almería, donde el paro creció un 8,76% y un 2,65%, respectivamente. En Cádiz (6.467), Málaga (5.744), Sevilla (1.220), Jaén (993), Granada (847) y Córdoba (659) se contabilizaron descensos de desempleados. La filiación a la Seguridad Social bajó en 23.655 ocupados (-0,77%), frente al 0,5% que aumentó a nivel nacional.

De estos datos se traduce el «riesgo de que nos estemos quedando descolgados», dice el líder del PP, Juanma Moreno. Porque «seguimos descendiendo a un ritmo inferior al resto de España». La media nacional de paro registrado, de hecho, se sitúa en un -2,77%, casi un punto y medio más que Andalucía. De modo que el dato frío de 10.493 empleos creados en la balanza mensual pierde fuelle.

La mejor cifra desde 2009

Eso sí, la Junta opta por destacar un dato relevante: la actual cifra de desempleados es la más baja desde 2009. El consejero del ramo, Javier Carnero, es consciente de que el siguiente paso es dar estabilidad y mayor calidad. Y la propia presidenta, Susana Díaz, se atreve a hablar de «cambio de ciclo», culpando de esa menor velocidad respecto al resto del país a la falta de una buena financiación autonómica.

Lo cierto es que Andalucía el 35% de los parados ya no recibe ninguna ayuda y los sindicatos, apelando a una nueva concertación social, insisten en que se crea empleo «temporal y precario». «Los contratos de junio son despidos en octubre», simplificó Teresa Rodríguez. La líder de Podemos pide a la presidenta que exija a Pedro Sánchez la «derogación de la reforma laboral o una transformación profunda». Es una forma de verlo. La otra, desde el punto de vista empresarial, reclama reformas en materia económica y fiscal que facilite la llegada de inversiones a la tierra.

Por ahora hay más empleo, 500.000 más desde que Díaz es presidenta, según el PSOE, y más autónomos que nunca, pero también es cierto que la calidad del empleo es mala.