Educación
«Nos dirigimos al campus virtual a toda velocidad»
Licenciado y doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Sevilla y diplomado en Plant Taxonomy por la Universidad de Edimburgo, Eugenio Domínguez Vílchez acumula más de 45 años como docente. El actual rector de la Universidad Internacional de Andalucía, más conocida como UNIA, repasa un intenso año de trabajo.
–¿Cuál es su balance?
–Se han logrado los objetivos pese a la crisis, tanto en másteres posgrados oficiales como propios y en nuestra otra seña de identidad, los cursos de verano. No hemos disminuido nuestro nivel de actividad a pesar de las circunstancias, incluso hemos incrementado nuestras actividades académicas y presencia en foros.
–¿Demasiadas trabas?
–Al implantarse el plan Bolonia al cien por cien, los calendarios han quedado con escaso margen. Eso y la hiper-inflación de oferta ha llevado en algunos casos a que queden muy reducidos los formatos. Pese a ello, hemos aumentado un 5% el número de alumnos con respecto al año anterior. La oferta ha sido abundante y no ha podido ser mayor por falta de espacio. Pese a que el abanico de másteres ofertados por la Universidad andaluza es inmenso, nuestros másteres son muy meditados y responden a la demanda. Estamos ampliando el territorio sobre el que actuamos.
–¿Lo que distingue a la UNIA es la especialización?
–Somos muy exigentes, los fondos son limitados y debemos buscar rentabilidad en el plano económico y social. A veces ofrecemos una titulación con poca demanda, pero entendemos que se abre un semillero para el futuro aunque sea deficitario.
–¿Cómo se plantea 2016?
–El pasado 10 de diciembre se aprobó el presupuesto, siguiendo las indicaciones de la Consejería de Educación de ser un sistema complementario del público. Actuaremos de apoyo a aquellas universidades que no puedan por circunstancias optar a algunas actividades. Eso requiere que nos apretemos más el cinturón. Nos han pedido que actuemos como coordinadores de la presencia de las universidades andaluzas en los foros internacionales. En enero saldrá la convocatoria para los cursos de verano y seremos muy escrupulosos en la selección.
–¿A cuánto asciende el presupuesto?
–La transferencia de la Junta ronda los 14 millones, pero el total asciende a más de 17 millones gracias a otras vías: matrículas, convenios, fondos europeos... La UNIA salió del modelo de reparto habitual dada su peculiaridad y tiene siempre un 1% de la suma del dinero destinado al resto de universidades andaluzas.
–¿Varía el sistema de becas?
– La UNIA es la que universidad que destina mayor porcentaje del presupuesto a becas, tanto de convocatoria general como particular para alumnos latinoamericanos del «Grupo La Rábida». Y la ventaja de contar con residencias en La Rábida y Baeza, lo que supone ahorro y comodidad.
–La UNIA es muy particular...
–No tenemos profesorado propio, pero sí el que necesitamos en cada momento en función de las actividades a realizar gracias a un convenio con la universidades andaluzas que nos los ceden. No tenemos un alumnado cautivo, pero sí fijo, el que desarrolla másteres, con más de un año de duración. Luego, están los alumnos de los cursos de verano.
–¿Ha cambiado el perfil del alumno con la crisis?
–A lo largo del año pasado pasaron por la Universidad alrededor de 6.000 alumnos, el 8% extranjero. La unidad de calidad está haciendo unos estudios que reflejan que está aumentando mucho el número de personas que trabaja o ha tenido un trabajo y necesita reciclarse.
–¿Qué experiencia transmiten?
–Suelen ser más críticos y muy participativos. En las encuestas de satisfacción que realizamos a los profesores la nota media está en 4,6 sobre 5, lo que indica que el profesor está a gusto, y en los alumnos está entre el 4,3 y 4,4, que también es muy elevado.
–El campus virtual es fundamental...
–Vamos hacia eso a toda velocidad en la enseñanza de posgrado. Hay que tener buenas plataformas y profesores. La enseñanza no presencial requiere mucha energía y es más cara para quien la da.
–¿En España tendemos al todo gratis, hasta en los cursos?
-Sí, pero tiene trampa. Funcionan como las aplicaciones móviles, las hay gratuitas, pero... Los MOCC, Cursos Masivos Online, se hacen como inversión en las universidades privadas, porque revierten en el futuro. Pero para una universidad pública supone pegarle mordiscos al presupuesto. Nuestras matrículas son casi simbólicas, pero tampoco somos partidarios del gratis total porque la gente no lo aprecia. Nuestros cursos de verano son baratísimos. La enseñanza universitaria se ha encarecido muchísimo con el sistema 4+1 que será 3+2 si sigue adelante lo aprobado por el Gobierno. En Andalucía estamos luchando que el +2 sea igual que el 3. A partir del 20D sabremos qué sucederá.
–¿Qué espera a partir del lunes?
–No me gusta hacer leña del árbol caído, aunque en este caso no lo esté tanto, pero el ministro Wert fue un poco frívolo al poner en marcha esta reforma. Y no lo digo por una cuestión de ideología, llevo muchos años 46 de experiencia docente. No se hizo bien. Esto desorienta y desmoraliza no sólo a los estudiantes sino a los responsables de la educación superior. El nuevo panorama político que se abre el 20D espero que sirva para llegar a acuerdos y se selle un pacto por la educación como en su día el de Toledo.
–¿Hay sobreformación?
–Se dice que esta es la generación mejor formada y es verdad, el problema es la competencia. Tendemos al «Long Life Learning», todo cambia tan deprisa que lo que uno aprende en cuatro años en la universidad cuando está trabajando ya se ha anticuado. No creo que haya gente sobreformada, todo lo contrario, «el saber no ocupa lugar» El más formado, más posibilidades tiene de competir.
–¿Y los nuevos retos?
–Hacernos más visible y penetrar en la sociedad y continuar forjando alianzas, ahora con países europeos como Polonia y Rumanía, que para nosotros suponen un semillero importante.
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