San José

Castilla y León devuelve a Lorca las obras restauradas en Valladolid tras el seísmo

Un San José con el niño de la Escuela de Salzillo; El Entierro de Cristo, de Camacho; y otras piezas, lucirán de nuevo intactas en el lorquiano Palacio de Guevara

Un grupo de escolares observa El entierro de Cristo, durante la jornada de puertas abiertas en la Sala de exposiciones del Monasterio de Nuestra Señora de Prado, sede de la Consejería de Cultura y Turismo, en Valladolid
Un grupo de escolares observa El entierro de Cristo, durante la jornada de puertas abiertas en la Sala de exposiciones del Monasterio de Nuestra Señora de Prado, sede de la Consejería de Cultura y Turismo, en Valladolidlarazon

VALLADOLID- Dos años han pasado desde que un terremoto sacudiera con fuerza a la localidad murciana de Lorca, provocando grandes destrozos en casas y calles pero también en bienes culturales de relevancia.

Castilla y León ayudó de muchas maneras a la población lorquiana. Fruto también de la concertación que la Junta de Castilla y León tiene establecida con las regiones de la España autonómica. Y una de ellas fue la de restaurar tres obras del patrimonio cultural de Lorca de mayor importancia. En concreto, dos lienzos y una talla de madera policromada, todos ellos pertenecientes a la colección del Palacio, actual sede del Museo Municipal de Lorca. Se trata de El Entierro de Cristo, una pintura sobre lienzo de gran formato en el que se representa esta escena, que está firmada por el pintor lorquino Pedro Camacho Felices, activo entre 1690-1710. Otro de los lienzos representa a El Salvador, de autor desconocido y fechado en el siglo XVIII. Y la última de las obras restauradas en nuestra Comunidad es una talla de madera policromada y estofada, datada también en el primer tercio del siglo XVIII. Se trata de una imagen de San José con el Niño que ofrece coincidencias con la escuela de Francisco Salzillo.

Pasados dos años del seísmo, Castilla y León acaba de devolver dichas piezas que lucen ya en el Palacio lorquiano de Guevara tras un año d eintenso trabajo. En el proceso han trabajado 600 personas entre profesionales, asociaciones culturales y escolares, y cuya labor se pudo apreciar en las jornadas de puertas abiertas 'Lunes con Lorca' en el Monasterio Nuestra Señora de Prado, de Valladolid. Entre el público escolar unos 260 alumnos de entre 7 y 17 años de diversos colegios e institutos de Valladolid acudieron a la visita. La actividad se centró en grupos de educación primaria y secundaria, adaptando las explicaciones y elaborando una serie de fichas didácticas adaptadas a cada ciclo formativo. Algunos de los centros han dado difusión a la actividad dentro de sus páginas web recogiendo fotografías e imágenes relacionadas con la visita. Las explicaciones han despertado mucha curiosidad a los escolares realizando numerosas preguntas sobre la iconografía, la técnica o el proceso de restauración de las obras y sobre la profesión de restaurador. Dentro del público general han asistido unas 350 personas.

Grave deterioro

Según fuentes de la Consejería de Cultura y Turismo, el deterioro más grave que afectaba a las obras era la descohesión de los estratos de aparejo y policromía, que se manifestaba en forma de craquelados y abolsamientos de la pintura, habiéndose desprendido y perdido en algunas zonas. Asimismo, la oxidación de barnices provocaba el oscurecimiento de los colores, desvirtuando el cromatismo de los colores aplicados por el artista. En algunas zonas perdidas de pintura, se habían aplicado antiguamente repintes que invadían las zonas adyacentes, tapando la policromía original. Los dos lienzos tenían también rotos y parches antiguos. Tras proteger y fijar los estratos pictóricos, se procedió a retirar los barnices oscurecidos y los repintes, lo que permite apreciar mejor el colorido de la pintura. También se han eliminado los inadecuados parches antiguos, sustituyéndolos por otros más acordes. Las pérdidas de pintura se han reintegrado para recuperar su dimensión estética y artística y, para finalizar, se ha aplicado un barniz para matizar el aspecto y proteger la policromía.